¿Puede un uso frecuente del teléfono móvil aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares?

¿Puede un uso frecuente del teléfono móvil aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares?

El uso excesivo del teléfono móvil puede causar depresión, irritabilidad y obesidad, hasta ahí nada nuevo. Ahora, una nueva investigación, publicada hoy en “Canadian Journal of Cardiology”, muestra que el uso regular del teléfono móvil puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente en fumadores y personas con diabetes

Además, esta asociación se atribuyó en parte a la falta de sueño, el malestar psicológico y el neuroticismo.

“El uso de teléfonos móviles es una exposición omnipresente en la sociedad moderna, por lo que explorar su impacto en la salud tiene un valor significativo para la salud pública”, afirma el Dr. Yanjun Zhang, de la División de Nefrología del Hospital Nanfang de la Southern Medical University de Guangzhou (China).

“Los campos electromagnéticos de radiofrecuencia emitidos por los teléfonos móviles -prosigue- provocan una desregulación del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, respuestas inflamatorias y estrés oxidativo, y por lo tanto se espera que afecten a una variedad de órganos como el corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, sigue sin estar claro si el uso de teléfonos móviles está asociado con el riesgo de enfermedades cardiovasculares”.

“Nuestro objetivo era evaluar la asociación prospectiva del uso regular del teléfono móvil con la aparición de enfermedades cardiovasculares y explorar los efectos mediadores del sueño y la salud mental. Descubrimos que, en comparación con los usuarios no habituales de teléfonos móviles, los usuarios habituales tenían un riesgo significativamente mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares”, asegura el coinvestigador Ziliang Ye, del mismo hospital.

El estudio incluyó a 444.027 personas del Biobanco del Reino Unido sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares que informaron sobre la frecuencia de su uso del teléfono móvil entre 2006 y 2010. El uso habitual del teléfono móvil se definió como al menos una llamada por semana (un uso muy bajo en comparación con lo que se utiliza hoy).

Y es que el período de reclutamiento de este estudio (2006-2010) se produjo antes del uso generalizado de los teléfonos inteligentes modernos, que ahora se utilizan más comúnmente para otras actividades (por ejemplo, entretenimiento, mensajes de texto/correo electrónico, redes sociales, etc.).

Utilizando registros hospitalarios y de mortalidad vinculados, se determinó el resultado compuesto de accidente cerebrovascular incidente, enfermedad cardíaca coronaria, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca durante un tiempo de seguimiento medio de 12,3 años.

Los investigadores también investigaron el papel de los patrones de sueño, la angustia psicológica y el neuroticismo.

“Hemos descubierto que los patrones de sueño, la angustia psicológica y el neuroticismo pueden ser mecanismos potenciales de la asociación entre el uso del teléfono móvil y las enfermedades cardiovasculares. Un patrón de sueño deficiente y una mala salud mental pueden afectar negativamente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares a través de la alteración del ritmo circadiano, la alteración endocrina y metabólica y el aumento de la inflamación”, afirma el coinvestigador Xianhui Qin.

Además, “la exposición crónica a la radiación electromagnética emitida por los teléfonos móviles podría provocar estrés oxidativo y una respuesta inflamatoria. Por lo tanto, la exposición a la radiación de RF-EMF de los teléfonos móviles en combinación con el tabaquismo y la diabetes puede tener un efecto sinérgico en el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares”, añade.

Ahora bien, como incide el coautor del editorial, Nicholas Grubic, de la Universidad de Toronto, “si bien el estudio actual sugiere que el uso de un teléfono móvil puede aumentar moderadamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, se necesitan pruebas más concluyentes con mediciones válidas del uso del teléfono móvil antes de que esta asociación se convierta en una preocupación para el público en general”.

“Mantener hábitos responsables con el teléfono móvil debería ser un componente valioso de un enfoque integral para apoyar la salud cardiovascular. Antes de sumergirse hoy en horas en su teléfono inteligente para desplazarse sin sentido por la pantalla, considere redirigir este tiempo hacia una actividad más saludable para el corazón”, recomienda Grubic.

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