En el cuarto aniversario de la fundación de Junts, el ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha protagonizado un mitin este mediodía para tratar de resolver el misterio de su vuelta a Cataluña. Y así ha sido. Más o menos. Volverá para el debate de investidura en Cataluña, que aún no tiene fecha. Además, ha reclamado al Gobierno que “evite” su detención cuando regresa a España, porque a su juicio sería fruto de un “acto ilegal” del Tribunal Supremo.
Durante el cuarto aniversario de Junts, celebrado en Banys y Palaldà, en el sur de Francia, Puigdemont se dirigió a una multitud de 2.200 personas, según el partido. En su discurso, enfatizó la posibilidad cercana de su regreso a Cataluña, asegurando que estará presente durante el debate de investidura, a pesar del riesgo de detención al cruzar la frontera. Puigdemont argumentó que su retorno es precisamente lo que los “jueces patrióticos” quieren evitar, ya que representaría un “triunfo democrático” gracias a la ley de amnistía, la cual calificó como un “proyecto catalán” y no estatal.
El líder de Junts criticó al Tribunal Supremo por su negativa a aplicar la amnistía, comparándolos con figuras golpistas del pasado como Tejero y Milans del Bosch. Acusó al PSC de Salvador Illa de representar una amenaza, al asemejarse más a Josep Borrell que a Pasqual Maragall, y lamentó que Pedro Sánchez no haya condenado la inaplicación de la amnistía.
Puigdemont también resaltó la importancia de Junts en el panorama político actual, llamando a fortalecer el partido y asegurando que este seguirá defendiendo los intereses de Cataluña en Madrid. Hizo un llamamiento a las “autoridades” para que impidan una detención que él considera “ilegal” y destacó la importancia de las resoluciones de las Naciones Unidas en contra del encarcelamiento de los presos políticos.
El evento contó con la presencia de figuras destacadas de Junts como Laura Borràs, presidenta del partido, y Jordi Turull, secretario general. Ambos destacaron la importancia de la unidad y la persistencia en el movimiento independentista. Turull, quien estuvo encarcelado durante la fundación de Junts, resaltó las victorias del partido contra el PSOE en el Congreso y criticó a la cúpula judicial por su actitud colpista y su boicot a la amnistía.
Por su parte, Borràs elogió a figuras como Xavier Trias y Josep Lluís Cleries, que se retiran de la política, y destacó la diversidad de ideologías y personas que se unieron para fundar Junts. Llamó a recuperar la unidad independentista sin mirar al pasado, recordando el espíritu de la Via Catalana de 2013 y el referéndum del 1-O.
Las inquietudes de los dirigentes de Junts se centraban en el acuerdo entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa, cuyo resultado dependerá de la consulta a la militancia de ERC programada para el 1 de octubre. La dirección de ERC está preocupada por la respuesta de las bases, ya que un rechazo o una validación débil del acuerdo podría agravar la crisis interna del partido. El plazo máximo para evitar nuevas elecciones, que serían en octubre, es el 26 de agosto.
