Putin envía a cavar trincheras al frente a 10.000 inmigrantes a los que acababa de conceder la nacionalidad

Putin envía a cavar trincheras al frente a 10.000 inmigrantes a los que acababa de conceder la nacionalidad

Papeles a cambio de un pico y una pala. Este es el inesperado trato secreto que firmaron 10.000 extranjeros llegados a Rusia en busca de un futuro y que se encontraron, de la noche a la mañana, cavando trincheras en el frente de Ucrania. Esta es la sorprendente revelación que han hecho los servicios de inteligencia del Reino Unido, que llevan ya un tiempo siguiendo la pista al intento desesperado de Moscú por aumentar su ejército con tropa extranjera.

Hasta ahora, la campaña de reclutamiento se había hecho con suculentas ofertas de trabajo que, según los informantes británicos, han poblado el frente ruso de ciudadanos de distintos países africanos situados en la órbita de Moscú. Pero la guerra de desgaste sobre el terreno en la que se ha embarcado ahora Moscú incrementa las bajas y, con ello, las necesidades de renovar unas filas que no siempre encuentran recambio entre los voluntarios rusos.

El nuevo paso dado ahora por Moscú supone una novedad en esta política de personal militar y, de paso, pone de manifiesto que las necesidades son acuciantes. Según los expertos del Ministerio de Defensa británico, a finales de junio al menos 10.000 de los últimos 30.000 inmigrantes regularizados habían sido enviados al frente de Ucrania, donde estos días se libran fuertes combates, para -y esto es literal- “cavar trincheras”. De momento no se dice nada de que estén en la primera línea del frente.

En el resumen periódico que los servicios de inteligencia publican en sus redes sociales se informa de que esta “solución imaginativa” se refuerza con una campaña de “acoso legal” contra estos ciudadanos extranjeros a los que muy poco antes se les había concedido la nacionalidad rusa.

 

El objetivo de esta medida es hacer compatibles dos objetivos aparentemente opuestos: aumentar el número de soldados que van al frente a defender los intereses de Rusia en la guerra de Ucrania y evitar tener que reclutarlos entre la población rusa, especialmente la de las grandes ciudades, que no quiere saber nada de la “operación especial” de Ucrania.

Tradicionalmente, Moscú ha recurrido a ciudadanos de repúblicas rusas pobres de etnia asiática para nutrir su ejército, así como de antiguas repúblicas soviéticas. En los últimos meses se ha extendido esta esfera de incfluencia a África, donde la influencia de Moscú es cada vez mayor.