Qué es la lechuza de oro que ha estado escondida durante 30 años

Qué es la lechuza de oro que ha estado escondida durante 30 años

En 1993 Max Valentín (pseudónimo del experto en marketing Régis Hauser) y el artista Michel Becker se aliaron para crear un juego que ha mantenido a miles de curiosos y buscadores de tesoros excavando en diferentes lugares de Francia desde entonces.

En abril de ese año, Max Valentín enterró una estatua de hierro de una lechuza en un lugar secreto del país vecino, era la réplica de una escultura mucho más valiosa, de 10 kilos de peso y realizada en oro, plata y diamantes. A la vez, publicaron el libro “Tras la pista de la lechuza de oro”, la obra donde se daban las claves para una búsqueda que ha durado más de tres décadas.

Los enigmas de la lechuza de oro

El libro consta de once páginas dobles, en cada una de las cuales se encuentra un acertijo y una pintura. El primer paso era descubrir en qué orden se debían resolver los enigmas. Una vez conseguido ese reto, con las pistas del texto y de los cuadros de Becker, los lectores debían encontrar la estatua de la lechuza que Valentín había enterrado y cuyo original está valorada en unos 150.000 euros.

Hauser, el único que sabía dónde estaba escondido el tesoro, falleció en 2009 y Becker entabló una batalla legal con sus herederos para hacerse con la solución del enigma. Finalmente, llegaron a un acuerdo en el año 2021 y los familiares de Hauser entregaron a Becker un antiguo disquete que contenía el lugar donde estaba enterrada la lechuza.

Dónde estaba enterrada la lechuza

Con la respuesta en sus manos, Hauser desenterró la lechuza de hierro para comprobar que era real y la sustituyó por una de bronce. Entre medias, este artista creador de la escultura intentó vender la estatua original en una subasta, pero tuvo que desistir de la idea ante las protestas y la indignación de los buscadores del tesoro.

Investigadores, curiosos y buscadores de tesoros, unos 200.000 en todo el planeta según la comunidad creada para encontrar la lechuza, trataron sin éxito de resolver el enigma. Para llegar a la lechuza de oro tenían que resolver once acertijos, cada uno de los cuales desbloqueaba una pista más sobre dónde estaría el búho. Resolver la última adivinanza -una duodécima compuesto por las otras 11- revelaría el lugar exacto donde estaba enterrado.

Pues bien, 31 años, 5 meses y 9 días después una persona, que no ha sido identificada, ha encontrado la lechuza de bronce que será intercambiada por la original de oro, de acuerdo con las normas de los creadores del juego. El lugar en el que ha sido hallada tampoco ha sido desvelado, por el momento.

“Confirmamos que la réplica del búho dorado fue desenterrada anoche. Al mismo tiempo se envió una solución al sistema de verificación en línea. Por lo tanto, ya no tiene sentido viajar a excavar en cualquier lugar donde se crea que puede estar situado el tesoro”, escribió Michel Becker este 3 de octubre en la web oficial del juego la lechuza de oro.

En el 25 aniversario de la publicación del enigma, el programa “Expedición al pasado” se sumó a la búsqueda de la lechuza dorada. Algunos de los participantes aseguraron entonces que llevan hasta 20 años viajando por toda Francia para intentar resolver la adivinanza final y encontrar la apreciada lechuza.

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