La palabra DANA, es en realidad un acrónimo o las siglas para “Depresión Aislada en Niveles Altos” es un fenómeno meteorológico que ha captado la atención de científicos y ciudadanos en España debido a su creciente frecuencia. En noviembre de 2021, el país experimentaría el frío y la nieve traída por una fuerte corriente polar. ¿El resultado? nevadas por debajo de los 800 metros recubrieron provincias que rara vez se revisten de blanco, como es el caso de Alicante.
De ahí en adelante, las tormentas empezaron a presentarse con más frecuencia, en específico en la temporada otoño-invierno 2023-2024, pero ¿a qué se debe este fenómeno? Una DANA se forma cuando una masa de aire frío se desprende del chorro polar y queda aislada en niveles altos de la atmósfera. Esta masa de aire frío interactúa con el aire más cálido y húmedo presente en las capas inferiores, generando inestabilidad atmosférica que puede resultar en lluvias torrenciales, tormentas eléctricas y, en ocasiones, granizo
Qué es una gota fría y en qué se diferencia de una DANA
La principal diferencia entre la gota fría y la DANA radica en la especificidad y el uso técnico de los términos. Mientras que “gota fría” es un término más general y popularmente utilizado para describir lluvias intensas causadas por aire frío aislado, “DANA” es un término técnico que describe de manera más precisa el fenómeno meteorológico específico de una depresión aislada en niveles altos de la troposfera.
El portavoz de la AEMET Rubén del Campo explica para National Geographic que: “el origen del popular término gota fría viene de la traducción casi literal del término acuñado por la escuela alemana, que bautizó este concepto como kaltlufttropfen, que significa ‘gota de aire frío’”.
“El problema es que el término “gota fría” se popularizó enormemente en los años 80 del siglo XX en España, y llegó a asociarse a cualquier episodio de lluvias intensas, estuviese implicada una DANA o no” añade Campo.
La frecuencia de las DANA
En la actualidad, las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANA) se están volviendo más frecuentes en España. Este aumento se debe a varios factores, incluyendo el cambio climático, que está alterando los patrones meteorológicos y aumentando la temperatura del mar Mediterráneo. Estas condiciones proporcionan más humedad y energía para la formación de tormentas intensas.
Los expertos meteorológicos proyectan que, si las tendencias actuales de cambio climático continúan, la frecuencia y la intensidad de las DANAs podrían seguir aumentando en las próximas décadas. Esto subraya la necesidad de mejorar los sistemas de alerta temprana y la infraestructura para mitigar los impactos de estos eventos climáticos extremos.
