Qué pasa si tomo proteína todos los días y no hago ejercicio

Qué pasa si tomo proteína todos los días y no hago ejercicio

Con las tendencias fitness, los batidos y suplementos de proteínas se han hecho extremadamente populares entre los deportistas y entusiastas. Ahora es posible encontrar alimentos cargados con extra proteína y bebidas en todos los supermercados de España. Sin embargo, con tanta popularidad surge una pregunta común: ¿qué sucede si consumes proteína sin realizar actividad física?

Una de las consecuencias más directas de consumir suplementos de proteínas sin hacer ejercicio es el evidente aumento de peso. La proteína extra consumida se transforma en calorías adicionales que, si no se queman a través de la actividad física, pueden almacenarse en el cuerpo como grasa. La explicación es sencilla: el cuerpo utiliza proteínas como fuente de energía, y cualquier exceso calórico, independientemente de su fuente, puede contribuir al aumento de peso.

La mayoría de los batidos de proteína cuentan con alrededor de 30 gramos de proteína, es decir, un tercio de lo que una persona promedio necesita en el día. Esto representa un problema porque es usual sentirse menos satisfecho que comiendo una fuente de proteína natural (lo que puede llevar a que comas en exceso con tus demás comidas), y un mayor número de calorías.

Desequilibrio nutricional por consumir mucha proteína

Una dieta excesivamente rica en proteínas puede llevar a un desequilibrio nutricional. Si gran parte de la ingesta calórica diaria proviene de proteínas, puede haber una reducción en la ingesta de otros nutrientes esenciales como carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales. Esto puede afectar el bienestar general y el funcionamiento óptimo del organismo.

Con el desbalance también llegan otras afecciones como la recarga renal. Los riñones tienen la tarea de filtrar los productos de desecho del metabolismo de las proteínas. En este orden de ideas, consumir grandes cantidades de proteínas puede poner una carga adicional sobre estos órganos, especialmente si la ingesta de agua no es adecuada para ayudar en el proceso de eliminación. Esto es particularmente preocupante para personas con problemas renales preexistentes, ya que podría exacerbar su condición.

Asimismo, el consumo excesivo de proteínas causa problemas digestivos como hinchazón, estreñimiento o diarrea. Estos efectos secundarios se presentan con frecuencia cuando las proteínas provienen de suplementos artificiales en lugar de fuentes alimenticias naturales, que a menudo contienen fibra y otros nutrientes que facilitan la digestión.

¿Cuánta proteína es demasiada?

Las necesidades proteicas varían según la edad, el sexo, el peso y el nivel de actividad física de una persona. Generalmente, un adulto sedentario necesita alrededor de 0.8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día. Sin embargo, para los que practican deportes intensamente, estas necesidades pueden ser más altas. Es importante no exceder estas recomendaciones sin la guía de un profesional de la salud, para evitar los efectos negativos mencionados con anterioridad.