¿Qué precauciones debo tener en la conservación y el manejo de los alimentos?

¿Qué precauciones debo tener en la conservación y el manejo de los alimentos?

Los alimentos en mal estado y el agua contaminada contienen microorganismos que pueden ocasionar enfermedades, llamadas toxiinfecciones. Para evitarlas en casa, la OMS recomienda cinco medidas: mantener la limpieza, separar alimentos crudos de cocinados, cocinar completamente los alimentos, conservar los alimentos a temperaturas seguras y utilizar agua y alimentos seguros.

1. Cuando voy a cocinar, ¿qué es lo primero que debo hacer?

Lávate las manos antes y durante la preparación de la comida. Se deben lavar y desinfectar con frecuencia las superficies de la cocina, tablas de cortar, interior de la nevera y los utensilios empleados. También tendremos en cuenta la limpieza de los paños, las bayetas, las esponjas y los estropajos.

2. ¿Puedo utilizar la misma tabla de cortar para diferentes alimentos?

Para algunos alimentos se recomienda usar una tabla de corte separada, ya que si están crudos pueden contener bacterias nocivas que pueden sobrevivir incluso al agua y el jabón. Este es el caso de la carne (especialmente el pollo), el marisco o el pescado. Para los alimentos de origen animal, lo más aconsejable es usar materiales no porosos. Por otro lado, las tablas de madera son más aconsejables para el corte de frutas, verduras, queso o pan.

3. ¿Puedo lavar el pollo antes de cocinarlo?

Nunca laves el pollo antes de cocinarlo, ya que puede contener una bacteria llamada campylobacter. Al lavarlo, puede salpicar y contaminar otros alimentos. Además, es importante cocinar de manera completa los alimentos. Una vez cocinadas, las carnes en general, comprueba que al corte los jugos no son rosados, sino de color claro.

4. Una vez cocinados, ¿cómo debo conservar los alimentos?

No se deben enfriar los alimentos cocinados a temperatura ambiente. Si has cocinado grandes cantidades como guisos o asados puedes dividir en porciones más pequeñas para acelerar el enfriamiento y no sobrecargar la nevera. Si, tras cocinar, has dejado la comida fuera de la nevera y han pasado más de cuatro horas, no debes consumirlo. Entre dos o cuatro horas, consúmelo de inmediato. Si han pasado menos de dos horas, podemos enfriarlo en la nevera o congelador, o calentarlo a altas temperaturas.

5. ¿Cómo debo almacenar los alimentos ya cocinados en la nevera?

No debemos guardar la comida cocinada en la misma olla donde hemos cocinado, ya que al tener aluminio se acelera el proceso de oxidación que puede afectar a algunas propiedades de los alimentos. Los alimentos cocinados deben estar bien envueltos, en envases o recipientes que queden cerrados correctamente. Deben ir separados en diferentes baldas de los alimentos crudos y así evitaremos la contaminación cruzada directa.

6. ¿Puedo descongelarlos a temperatura ambiente?

No debemos descongelar los alimentos a temperatura ambiente. Al hacerlo de esta forma las bacterias presentes en el alimento que han estado inactivas durante la congelación se multiplicarían y se incrementaría el riesgo de toxiinfecciones. La descongelación idónea debe ser lenta y debemos hacerlo en la nevera. Deberemos dejarlo sobre un plato o bandeja que recoja el líquido que se genere.

7. Si he cocinado un alimento y guardado rápidamente en la nevera, ¿puedo recalentarlo?

Sí, podemos recalentar por completo la comida ya cocinada, siempre que sea a alta temperatura y tenemos que remover el alimento para que se caliente de manera uniforme.

8. Aunque haya conservado bien un alimento, ¿puedo consumirlo después de la fecha de caducidad?

No utilices alimentos después de la fecha de caducidad. Hay riesgos de que se encuentre en mal estado, se hayan estropeado e incluso ser peligroso por la presencia de bacterias patógenas.

9. ¿Y después de la fecha de consumo preferente?

El alimento sigue siendo seguro una vez superada la fecha de consumo preferente, siempre y cuando se respeten las instrucciones de conservación y su envase no esté dañado. Por otro lado, también pueden perder sabor o textura, lo que se conoce como características organolépticas.