Religiosa, discreta, emprendedora y tenaz: retrato íntimo de Caritina Goyanes, la mujer que nos conquistó a todos

Religiosa, discreta, emprendedora y tenaz: retrato íntimo de Caritina Goyanes, la mujer que nos conquistó a todos

Caritina Goyanes se fue como vivió, sin hacer ruido y sin buscarle excusas a su cuerpo. Se marchó con el luto de su padre prendido en las entrañas. A Los 46 años, ha dejado la vida sin poder soportar el dolor de la pérdida de Carlos Goyanes, que murió inesperadamente. Diecinueve días después del fallecimiento de su progenitor, ha sido en la misma casa de Guadalmina donde ayer empezó a sentirse mal, cuando estaba dándose un baño en la piscina.

Fue su esposo, el empresario Antonio Matos, quien enseguida preocupado la trasladó al hospital Costa del Sol, pero allí ya no pudieron hacer nada. Según fuentes consultadas por este medio, la empresaria no sufría ninguna enfermedad. Y hasta el mismo día de su fallecimiento estuvo llevando una vida totalmente normal. Su salud siempre la ha cuidado sobremanera. Intentaba mantener una alimentación sana. «Comer es para mí una forma de vivir», solía decir en las entrevistas y abundaba en que «De niña siempre iba detrás de Isi, la señora que nos cocinaba y a la que queríamos como una más de la familia».

Caritina Goyanes, irradiaba una luz especial, incluso bromeaba cuando fue imagen de ropa de tallas grandes. Quien la conocía habla de ella como la persona más parecida a su madre: inteligente y discreta. Hace años dejó su formación como abogada especializada en bolsa y telecomunicaciones porque lo suyo era el tema culinario y así montó con gran éxito el catering, SixSens Catering, erigiéndose como uno de los referentes del sector en nuestro país por su profesionalidad y su altísima calidad. Encontró su vocación al preparar con éxito cenas en casas de amigos cercanos. Una de las personas con la que habla LA RAZÓN, amiga de Cary y que la contrató para una fiesta nos señala: «La gran profesionalidad y mimo con que cuidó todos los detalles, siempre pendiente de todo. Se notaba que más que una profesión era todo vocacional».

Muy creyente

Ese amor por la cocina lo heredó de su abuela Nena Parejo, madre de su padre Carlos Goyanes. Para ella era una genio y según ella mismo declaraba lo que más le gustaba hacer era cocinar a su lado. «Es impresionante la mano que tenía en la cocina y cómo aprendí de ella». A sus dos hijos, Pedrito y Cari, también les gustaba colarles el mandil y que aprendieran en los fogones como un divertimento.

Para el hombre que tuvo el último suspiro Caritina fue para su marido Antonio Matos al que llamaba «mi socio de vida y mi camino al cielo». Y así se fue a ese cielo en el que ella creía férreamente. En brazos del hombre con quien compartió su vida 16 años y que para ella fue su gran amor con el que tuvo dos hijos. A su niño le definía como «un corazón con dos piernas» y a su hija: «un terremoto, muy alegre y con una personalidad impresionante».

Muy creyente, Caritina daba siempre las gracias a Dios. A igual que Santa Teresa, que encontraba en las cocinas su mejor momento para orar, Caritina medio en broma y medio en serio siempre puntualizaba «que se puede rezar en cualquier momento, hasta haciendo un gazpacho ahora en verano, en el coche cuando vas a llevar a los niños, mientras montas una barra del catering». Algo que le llenaba enormemente eran los retiros de Emaús, que junto a su marido y por separado, como reza la religión, lo hacían todos los años. El año pasado, hicieron un viaje a Roma para visitar el Vaticano. Antes lo hicieron a Medjugorje para visitar a la Virgen de la que era devota. Para ella, el éxito de su matrimonio pasaba por el amor y el respeto, que se profesaban Toni y ella. Caritina decía una frase: «Cuando dicen que el matrimonio es un mandamiento yo creo que es porque es imposible de sobrellevar sin ayuda del Señor. Discusiones hay por supuesto pero siempre intentamos construir en positivo». Y actualmente rezaba el rosario en grupos comunitarios, incluso por redes sociales.

Cary y su dolor

El dolor de Cari Lapique es inmenso: en 19 días ha perdido a su marido y a su hija, una situación que está siendo imposible de procesar según los más allegados. Muchos han hecho el símil del día que murió Lola Flores y al poco tiempo lo hizo su hijo Antonio. Precisamente su hija Lolita Flores, que recibió la noticia de la muerte de Caritina en directo en el programa de Ana Rosa, reaccionó con un evidente desconsuelo. Visiblemente afectada, Lolita se levantó de la mesa y se apartó del grupo, completamente desfigurada por la tristeza y el shock.

Pero esta no es la única muerte en la familia de Cari que ha ocurrido recientemente. En el seno de la familia Goyanes hace unos días, Tito, el hermano pequeño de Carlos Goyanes, había fallecido también de un infarto.

Al cierre de esta edición, el cuerpo de Caritina ha sido trasladado al tanatorio de San Pedro de Alcántara, donde también fue velado su padre.

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