Roland Garros toma medidas contra la mala educación del público: prohibido beber alcohol

Roland Garros toma medidas contra la mala educación del público: prohibido beber alcohol

La lluvia está marcando esta primera semana de Roland Garros. Apenas se ha podido jugar en las pistas exteriores y la actividad se centra en las dos canchas principales, las que tienen techo: la Philippe Chatrier y la Suzanne Lenglen. Sí le dio tiempo a jugar fuera a Sebastian Korda, que venció al coreano Kwon (6-4, 6-4, 1-6 y 6-3) para convertirse en el tercer rival de Carlos Alcaraz en París. Será en la larga jornada del viernes 31 de mayo, que adelanta el horario de comienzo a las 10:00, para que dé tiempo a recuperar terreno.

Mientras los aficionados miran al cielo, algunos tenistas también alzan la vista, pero hacia la grada, hacia los aficionados, que en muchas ocasiones están confundiendo lo que es animar con la mala educación. Quien más alto lo dijo fue el belga Goffin, que después de ganar al jugador local Mpetshi Perricard, se llevó los dedos a las orejas, desafiando a los espectadores: “Cuando te insultan durante tres horas y media tienes que burlarte un poco del público. Está claro que van demasiado lejos, es una falta de respeto total. Se está volviendo como el fútbol, pronto habrá bengalas, hooligans, peleas en las gradas. Está empezando a ser ridículo. Alguien me escupió su chicle”, desveló. “Muchos árbitros sienten que hay mucha falta de respeto. Esto se repite en el vestuario y entre las autoridades de la ATP. Algo vamos a tener que hacer. Creo que esto sólo ocurre en Francia. En Wimbledon no ocurre. O en Australia tampoco. En el US Open todavía hay bastante tranquilidad. Aquí el ambiente es realmente insalubre”, añadió Goffin, que tuvo como siguiente rival al verdugo de Nadal, a Alexander Zverev, que le cerró el camino (7-6 [7/4], 6-2 y 6-2).

También se queja la número uno

Lo que sufrió el belga no es nuevo, porque los seguidores franceses ya han creado otras veces un ambiente como si fuera el de Copa Davis cuando alguno de los suyos está en pista. Eso, a algunos tenistas, como el joven Ben Shelton, les encanta, les motiva, pero en ocasiones se pasan de vueltas. No sólo ha habido quejas cuando hay jugadores galos. La número uno, Iga Swiatek, tuvo una batalla tremenda contra Osaka, a la que remontó un 5-2 y un un punto de partido, y después dijo: “Sé que juego para vosotros y que me gano la vida con vuestros ánimos, pero cuando hay mucha presión y se grita durante un intercambio o antes de un resto, es muy difícil mantener la concentración. Por favor, animadnos antes de los intercambios, no durante el punto”.

 

Esa sensación la tuvo también su homónimo en hombres, Novak Djokovic, en su partido contra Roberto Carballés. En el juego decisivo del primer set, con 5-4, después de una contradejada del granadino, con el punto todavía en juego, se escuchó: “Ahí te quiero ver”. Esta vez era en un claro español. El serbio falló después y se quejó al juez de silla, pero no perdió la concentración y logró el break que le dio ese primer parcial. Ahí se rompió un partido que estaba siendo igualadísimo y en el que Roberto tuvo oportunidades de ponerse 5-4 y servicio. Desde ese momento, el número uno del mundo fue a más y se impuso por 6-4, 6-1 y 6-2, camino de la tercera ronda y de empezar a sentirse de maravilla.

Las medidas de Roland Garros

Roland Garros no ha tardado en intentar buscar soluciones contra los incidentes del público. “Después del covid la gente tenía hambre de revivir las emociones, y nos encanta, pero observamos que, especialmente durante el partido entre David Goffin y Giovanni Mpetshi Perricard, algunas personas realmente excedieron el límite. Lo que quiero recordar es que estamos felices de ver el ambiente, que los espectadores están ahí, pero seremos inflexibles en cuanto al respeto por los jugadores y el juego”, admitió Amelie Mauresmo, la directora del torneo, en “L’Équipe”. También desveló que ha dado instrucciones a los jueces de silla para que sean intransigentes, y la medida que ha tomado: “El alcohol estaba hasta ahora autorizado en las gradas, fuera de la tribuna de los jugadores y en la tribuna presidencial. Ahora se acabó en todas partes”.

Paula Badosa avanza

“No creo que [Swiatek] pueda quejarse, ella juega siempre en la Philippe Chatrier. Yo estos días he competido en pistas exteriores y ahí se oye absolutamente todo, hay muchísimo ruido”, dijo Paula Badosa. “Sinceramente, me gusta cuando los aficionados aplauden y todo eso. Me emociono”, añadió. Su nombre lo escuchó en muchas ocasiones en la pista 8. Tenía una legión de fans en su partido contra Putintseva, en el que protagonizó otra remontada (4-6, 6-1 y 7-5) interruptus por la lluvia, y se cita ahora con su gran amiga y el gran desafío: Aryna Sabalenka, la número dos del mundo.