La secretaria general en funciones de ERC, Marta Rovira, se ha despedido del partido de forma oficial en un acto en el que ha hecho “balance” de su mandato y en el que ha pedido al expresidente republicano, Oriol Junqueras, que se aparte de la carrera por la dirección de la formación, que termina con el Congreso del próximo 30 de noviembre. “Estamos a tiempo de dejar esto juntos”, ha dicho Rovira en relación al expresidente, favorito para volver a liderar el partido y ausente en un salón de actos lleno de personas próximas a la dirigente, como el expresidente de la Generalitat Pere Aragonès o la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que ha presentado el acto en la sede de Calàbria agradeciendo su trabajo a la política de Vic.
“Ahora toca que me vaya, el trabajo político ya está hecho”, ha asegurado Rovira, procediendo a repasar su trayectoria en la formación, que empezó en 2011 con su llegada a la secretaría general de la mano del propio Junqueras, siendo la primera mujer, como ha recordado, en llegar al cargo. La dirigente ha asegurado haber pasado “momentos muy difíciles en Ginebra”, donde ha pasado los últimos años antes de haberle sido aplicada la amnistía, unos meses atrás; pero también “en otoño de 2017”, en el seno del referéndum ilegal del 1-O. “Hubo divisiones entre nosotros tras ese día, no había rumbo a seguir, y hubo algunos -insinuando que uno de ellos podría ser Junqueras-, que se olvidaron enseguida de lo que habíamos hecho, sólo Forcadell se atrevió a declarar la independencia”, ha asegurado.
Sobre la situación actual, agravada tras los malos resultados de las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, en las que ERC perdió la presidencia de la Generalitat, Rovira ha lamentado la “tensión interna”, que ha considerado “desmesurada”, y la “mala gestión de los errores” -en referencia al escándalo de “la B”, por el que la secretaria general ha querido volver a pedir perdón a la familia Maragall, emocionándose-, así como la “falta de colaboración” con Junqueras, que dimitió tras los comicios. “Esta desconfianza interna se ha alimentado de forma interesada para ganar el Congreso”, ha asegurado Rovira sobre quien fuera su compañero, añadiendo que desde su regreso sólo se ha visto diez minutos con Junqueras y que está “muy dolida por las cosas que está diciendo y haciendo”.
Entre otras valoraciones, como que considera que “fue un error excluir a los comunes de los Presupuestos de Barcelona en 2023” o que “ERC no quería los indultos, pero era el único camino para conseguir la amnistía”; la secretaria general también ha querido poner en valor que “el partido hoy es mejor que 13 años atrás”. “La nueva dirección debe velar por la cohesión, el feminismo y la inclusión”, ha asegurado, algo aplaudido por los candidatos de Nova Esquerra Nacional, la plataforma que pretende confrontar con Junqueras en el Congreso y que tiene el apoyo de Rovira. “Hay que renovar el partido y recuperar los votos perdidos del espacio político”, ha concluido, “ERC debe volver a ser el mejor instrumento para la justicia social, la lengua y la cultura de los Països Catalans y por la indendencia de nuestro país”.
