El fabricante Kalashnikov ha mostrado el prototipo de su
RPL-20 en la convención militar Army 2024 que está teniendo lugar en
Moscú hasta el próximo día 14. Esta nueva ametralladora ligera, alimentada por
cinta de munición en lugar de con un cargador tradicional, representa un avance significativo
sobre modelos anteriores como el RPK-16 —otra ametralladora ligera fabricada
por Kalashnikov, esta alimentada con cargador, producida desde los años 60— y
está diseñada para su uso por parte de las fuerzas militares rusas, incluidas
las unidades de élite Spetsnaz. El Consorcio Kalashnikov ha señalado que la
RPL-20 es un nuevo diseño en lugar de ser un derivado de la serie de fusiles Kalashnikov, entre ellos el el AK-74 y el AK-47, este último habitualmente considerado el mejor
fusil de asalto del mundo y el más vendido desde que comenzó a fabricarse en
1947.
La RPL-20 está calibrada para el cartucho de 5,45×39 mm, el
mismo calibre utilizado en el fusil de asalto AK-12, y su mecanismo de
alimentación por cinta le permite una alta cadencia de fuego sostenida, hasta
600 balas por minuto.
Una de las características más notables de la RPL-20 es su
versatilidad en cuanto a capacidad de munición, ya que puede ser alimentada con
cintas de 100, 200 o incluso más munición, una mejora sustancial sobre diseños
anteriores. Esta capacidad la hace particularmente efectiva para proporcionar
fuego de supresión continuo, un aspecto crucial en situaciones de combate.
El diseño de la RPL-20 incorpora una gama de mejoras
modernas destinadas a aumentar tanto el rendimiento como la usabilidad. Incluye
un sistema de cañón de cambio rápido disponible en dos longitudes, 590 mm y 415
mm, lo que permite su adaptación a diversos escenarios de combate. El arma
también cuenta con una culata telescópica ajustable, un selector de seguridad
ambidiestro y una manija de carga no reciprocante —se mantiene en una posición
fija mientras el arma está en funcionamiento, moviéndose únicamente cuando el
operador la manipula directamente—, todo lo cual contribuye a su facilidad de
uso. La inclusión de rieles Picatinny y ranuras M-LOK proporcionan un amplio
espacio para montar diversos accesorios, como ópticas y empuñaduras, mejorando
aún más su flexibilidad operativa.
Con un peso que varía entre 5,2 y 5,5 kilogramos,
dependiendo de la longitud del cañón, la RPL-20 es relativamente ligera para
una ametralladora, lo que facilita su transporte y operación durante períodos
prolongados. El desarrollo del arma fue impulsado por las necesidades
operativas en el campo de batalla, destacando la necesidad de una ametralladora
ligera más confiable y eficiente, capaz de ofrecer tasas de fuego más altas y
un mantenimiento más sencillo durante las operaciones.
Kalashnikov también ha anunciado planes para desarrollar
modificaciones de la RPL-20 para usarla con otros calibres, como 7,62×39 mm y
5,56×45 mm. La RPL-20 aún no está en plena producción, todavía tiene que someterse a más pruebas antes de ser adoptada oficialmente por las
fuerzas armadas rusas.
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