Matthew Perry habría cumplido hoy 55 años. Han pasado ya más de nueve meses desde que el actor fallecía en su un jacuzzi en su casa de Los Angeles, provocada por lo que inicialmente se pensó era por una parada cardiorrespiratoria, pero que después su autopsia ha revelado que habría sido por una sobredosis de ketamina, una sustancia a la que el protagonista de ‘Friends’ era adicto desde hacía años.
Ahora, gracias a los documentos judiciales obtenidos por el portal estadounidense ‘TMZ’, se han podido conocer nuevos detalles sobre la investigación, como que el último día de su vida estuvo consumiendo esta sustancia, y que se la habría pedido un total de tres veces a su asistente, Kenneth Iwamasa. Fue a él a quien le dijo sus últimas palabras, tal y como figura en la declaración del propio Iwamasa, que ha admitido que le dijo que le “disparase una grande”, en referencia a la última dosis de ese día. Después, su ayudante volvió a trabajar en casa y Matthew Perry se metió en el jacuzzi donde después fue encontrado sin vida. En total habrían sido tres veces las que habría pedido a Iwamasa que le inyectase el fármaco ese fatídico día, el de su muerte.
Cinco personas detenidas
Kenneth Iwamasa ha sido uno de los detenidos en la investigación por la muerte del actor. Sin embargo no era él quien le inyectaba este fármaco, sino que era el doctor Salvador Plasencia, que habitualmente se desplazaba hasta la residencia del intérprete para ello. Éste fue uno de los detenidos por la muerte de Perry, acusado de conspiración para distribuir la ketamina, posesión con intención de distribuir metanfetamina, y alteración y falsificación de recetas médicas. Además, ha trascendido que Plasencia llamaba a Perry “imbécil”, cuando se refería a la cantidad de dinero que el actor estaba dispuesto a pagar por seguir siendo suministrado.
Otros detenidos son el doctor Mark Chávez y Jasveen Sangha, conocida como “la reina de la ketamina”. El fiscal federal, Martin Estrada, acusa a este grupo de haberle sustraído a Perry miles de dólares para proveerle la droga a pesar de conocer bien sus problemas de abuso y adicción de los que él mismo había hablado públicamente.
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