Madrid sigue dando una segunda vida a los mercados de siempre que han alimentado a varias generaciones de madrileños. Los tiempos cambian, pero el Ayuntamiento de Madrid sigue comprometido con reflotar y apoyar a los pequeños y medianos comercios que enfrentan la gesta de competir con las grandes superficies. Además de la pasión por el producto, el trato personalizado hacia el cliente es una de las mayores ventajas competitivas de estos establecimientos tradicionales. Por ello, ayer se inauguraba en Chamartín, en el antiguo Mercado de San Cristóbal y de la mano del alcalde de Madrid, el primer modelo de mercado escuela de toda Europa, que además de abastecer a los vecinos de la zona formará a las nuevas generaciones de comerciantes. Porque este gremio conserva una idiosincrasia particular, basada en una excepcional atención hacia el cliente y un extraordinario conocimiento sobre el producto. Además siempre se ha valorado su virtuosismo a la hora de limpiar, desmenuzar o deshuesar la materia prima.
Pero más allá de su servicio al consumidor, desde las instituciones destacan otra labor social: «Aún me acuerdo de la primera promoción de alumnos de la escuela de hostelería». Señalaba así el portavoz de Cesal ( la empresa que dirigirá esta formación) a uno de estos pioneros: «Muchos jóvenes como él llegaban en un momento en el que se encontraban perdidos. Este tipo de formaciones les da una salida profesional a sus vidas, e incluso algunos de ellos dirigen ahora varios restaurantes de la capital». Este sector ha acogido así a jóvenes de todas las nacionalidades, que han ido aprendiendo poco a poco de los comerciantes más experimentados. Un gremio de tradición.
La transformación de estos locales viene acompañada de etiquetas como gourmet o «experience». Y es que se busca que estos espacios sean dotados de una perspectiva 360, que ya no solo ofrezca asesoramiento y productos de calidad, sino también servicio de hostelería para poder degustar productos muy especializados y difíciles de encontrar, así como compartir tiempo de ocio. Los distribuidores también son importantes socios en este reto. La mayoría de ellos conforman el bastión de resistencia de la actividad rural y la España vaciada.
Esta nueva generación de comerciantes, reconocen que esta profesión agudiza la nostalgia y el respeto por las personas mayores. Dicho sector poblacional «ha sido nuestro fiel cliente que sigue manteniendo a flote muchos negocios y que a cambio merece y reclama la mejor atención posible, adaptada a sus necesidades», aseguran los comerciantes del Mercado de San Cristóbal.
Así, este espacio ha abierto sus puertas en la calle de Conde de Torralba, 11, en el distrito de Chamartín, para añadir a una oferta gastronómica de calidad en la zona norte de la capital. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, estuvo acompañado de la delegada de Economía, Innovación y Hacienda, Engracia Hidalgo; la concejala delegada de Turismo, Almudena Maíllo, y la concejala del distrito, Yolanda Estrada, junto a los nuevos comerciantes del mercado y los representantes de Cesal.
El Mercado Escuela San Cristóbal contribuirá a dotar de servicios y oferta formativa y de ocio al área de Madrid Nuevo Norte, el proyecto de desarrollo y regeneración urbana más ambicioso de España, que arrancará sus obras a comienzos de 2025 para consolidar Madrid como urbe a la cabeza de las grandes capitales europeas.
El proyecto, que ha contado con «la confianza de entidades, asociaciones, empresas y comerciantes, se ha transformado en una realidad extraordinaria», en palabras de Almeida, «fruto del impulso de la colaboración entre lo público y lo privado». El alcalde destacaba que el mercado tradicional «combina perfectamente la modernidad con la tradición» al estar «enclavado en lo que va a ser el gran distrito financiero de la ciudad de Madrid». Se trata del primer proyecto en Europa que va a permitir a 240 alumnos «adquirir la formación y la capacitación para acceder al mercado laboral, para ser dueños de sus propias vidas», como resultado de «ese matrimonio entre la excelencia, el talento, la creatividad y el fortalecimiento de nuestros mercados como seña de identidad de Madrid», destacó Almeida.
Situado a los pies del complejo financiero de las Cuatro Torres, este mercado municipal constituye un espacio sociocultural y gastronómico que incorpora el nuevo concepto de mercado escuela para favorecer la integración sociolaboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad. En colaboración con la ONG Cesal, que trabaja apoyando a personas en riesgo de exclusión social, el Ayuntamiento impulsará la formación continua de 240 personas al año en seis grupos de 40 alumnos cada uno, a través de varios cursos.
