San Óscar Puente y el franquismo

San Óscar Puente y el franquismo

Cuando la izquierda política y mediática se queda sin argumentos saca a Franco a pasear. Es un comodín perfecto. El dictador murió en 1975, pero a los heroicos luchadores antifranquistas, encabezados por Sánchez, les conviene mantenerlo vivo para tapar sus vergüenzas. Es el hito más relevante, dicho irónicamente, de su mandato. Ha conseguido derrotar a Franco. Me pregunto cuántos de estos antifranquistas de salón son hijos de familias franquistas o que contemplaron con simpatía la dictadura. Creo que podemos estar de acuerdo en que si el desastre ferroviario hubiera sido en la época del PP la bronca política y la campaña de los medios de comunicación sería impresionante. En cambio, la gestión corre a cargo de Óscar Puente, uno de los príncipes rojos del sanchismo. La comparecencia que hizo ayer en el Senado se puede resumir en que nunca ha habido un servicio ferroviario mejor y que la culpa es del PP que no invirtió. Todo el mundo sabe que la excusa de criticar a la derecha o remontarse a Franco es un recurso habitual que cuenta con el beneplácito del millonario José Miguel Contreras, el aspirante a zar de la comunicación del sanchismo, ya que lo ha utilizado siempre en las televisiones que ha controlado directa o indirectamente.

Por ello, Puente dijo que «sólo me ha faltado escuchar que con Franco los trenes iban mejor». A estas alturas hay que santificarlo, porque es un fenómeno indescriptible, un milagro de la política y un fiel creyente al servicio del líder del PSOE. La referencia a Franco no merece mayores comentarios. Le molesta que le critiquen sus vacaciones, aunque cuando lo hacían ellos contra los dirigentes del PP seguro que le parecía bien. Ahora sabemos que no es ministro 24 horas y que puede dedicar tiempo a mejorar su hándicap. Durante el franquismo se aprovechaban las cacerías para hacer negocios, como sucedía en «La escopeta nacional», pero ahora queda mejor ir a cócteles y jugar al golf. Tras esta broma que espero acoja con simpatía la realidad es que el desastre ferroviario es incuestionable y no es culpa de Rajoy, ya que el PSOE dejó España sumida en una crisis que nos conducía a la mayor suspensión de pagos de nuestra Historia. Por tanto, no le sirve ni está excusa ni Franco.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)

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