Sánchez: rendición, confusión y victoria

Sánchez: rendición, confusión y victoria

Alexis de Tocqueville (1805-1859), el de «La democracia en América», ya dejó escrito que «los políticos se ciñen cada vez más a sus intereses individuales y lo único que les interesa es mantenerse en el poder». Pedro Sánchez, hábil por encima de todo, no ha inventado nada y parece el modelo que inspiró al que también era vizconde francés. El presidente, casi al mismo tiempo, se ha querellado contra el algo heterodoxo juez Juan Carlos Peinado y ha llegado a un acuerdo –porque ha sido él y no los socialistas catalanes– con los «indepes» de ERC. Dos movimientos, maniobras, para permanecer en el poder. La acción legal contra el juez no deja de ser tan extravagante como algunos detalles de la instrucción del magistrado. Sin embargo, no tiene apenas recorrido, según consenso de una mayoría de juristas, pero permite, eso sí, distraer la atención del pacto con los «indepes» que solo el tiempo dirá si es viable aplicarlo.

Pedro Sánchez, siempre capaz de decir lo que le conviene, afirma que el acuerdo con los «indepes» es bueno para el «Estado del bienestar». No aclara cómo, porque el pacto contempla la ruptura de la solidaridad fiscal. Ángel de la Fuente, director de Fedea y quizá el máximo experto en financiación autonómica, escribía ayer en El País que «objetivo último del nuevo sistema es recortar la aportación catalana a la caja común del Estado». Salvador Illa será, casi seguro, presidente de la Generalitat la semana que viene, al precio de prometer aplicar el programa de sus adversarios Junqueras, Rovira y Rufián. Una rendición total para seguir en el poder, porque Sánchez necesita a Illa en la Generalitat y no repetir elecciones. Ha cedido en todo, pero todo está muy en el aire, es confuso y cree haber obtenido una victoria. Aplicar los acuerdos con los «indepes», con modificaciones de leyes como la Lofca (Ley Orgánica de Financiación Autonómica), que requiere mayoría absoluta, no es sencillo ni rápido. La creación de una Agencia Tributaria Catalana tampoco es algo factible en unos meses. Es decir, Sánchez se rinde nominalmente ante los «indepes» que, sin embargo, solo empatan por ahora, pero también gana tiempo y sigue en la Moncloa, porque «lo único que le interesa es mantenerse en el poder», según las enseñanzas de Tocqueville.

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