Sánchez vuelve a cambiar de opinión

Sánchez vuelve a cambiar de opinión

Es cierto que sería insólito que Sánchez no actuara como una veleta política. Me gustan los políticos con convicciones y valores éticos, aunque no coincida ideológicamente con ellos. Por tanto, no comparto este giro que ha impuesto en la política española con el aplauso de la izquierda mediática. El miércoles escuchamos a varios miembros del gobierno insultar a Feijóo y descalificar al PP. Hay que aclarar que eran insultos, porque me educaron en la idea de que lo era llamar miserable a alguien. La lista de disparates que dijeron fue impresionante. Al más puro estilo de la izquierda populista iberoamericana salieron en tromba los que tenía como las ministras y los ministros más serios. Ahora hemos descubierto que Sánchez dice las mismas cosas que Feijóo. Es decir, hay que expulsar a los inmigrantes que entran irregularmente. Esto significa, supongo, que deberían descalificar al presidente del Gobierno por su «bajeza moral e irresponsabilidad». No hay duda de que busca «una revuelta social, en unos posicionamientos que superan la extrema derecha». Hay que esperar que «se esté arrepintiendo» y que no vuelva a «cometer una irresponsabilidad tan grande como la que acaba de hacer utilizando el dolor de las personas».

Hay que preguntarle cuál es la política migratoria que defiende el PSOE: «¿Es la del odio? ¿La del racismo? ¿La de la xenofobia? ¿Es la de Vox? ¿Ha superado a Vox?». No hay duda de que este partido trata de «alimentar y tratar de aprovecharse» del odio y la xenofobia. Esto es lo que dijeron contra Feijóo y el PP y que se puede aprovechar contra Sánchez y el PSOE. La izquierda mediática y algunos acomplejados en el centro derecha deberían ahora arremeter contra Sánchez por defender exactamente lo mismo que Feijóo, ya que también pedía una migración segura, regular y ordenada. Lo que sirve para uno debería servir para el otro, aunque podemos esperar sentados ya que nunca se producirá esa rectificación. Ni los ministros y las ministras se disculparán por sus lamentables e injustos ataques ni la izquierda mediática criticará al líder del PSOE. Es algo que jamás permitiría el millonario Contreras en su obsesión por incrementar su riqueza y aumentar su poder. Ahora solo cabe esperar cuál será la próxima rectificación o cambio de opinión del inquilino de La Moncloa.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).

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