Dos menores de edad han sido asesinados este fin de semana en España, con apenas 24 horas de diferencia: un niño de 11 años que fue apuñalado este domingo por un encapuchado mientras jugaba en un campo de fútbol en Mocejón, Toledo; y una menor de 17 años, que murió el pasado sábado tras recibir un disparo presuntamente a manos de su padrastro. En declaraciones a Ep, la directora de Incidencia Social y Política de Save the Children, Catalina Perazzo, ha advertido de que estos casos son solo “la punta del iceberg” de la violencia contra la infancia en España.
Ha recordado que hace tres años se aprobó la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia frente a todas las formas de violencia (LOPIVI), pero ha puntualizado que “sigue haciendo falta trabajo, sobre todo de concienciación y de formación”. También ha definido como un “gran reto” el tener una justicia y una fiscalía que estén especializadas en estos temas.
Sobre los asesinatos del fin de semana, Perazzo ha dicho que “son un ejemplo más de cómo hay muchos casos de violencia contra la infancia y la adolescencia. Que los que vemos son la punta del iceberg y son situaciones muy graves, pero que hay otras que no se detectan y es importante que se conciencie a la sociedad sobre que la violencia contra la infancia no se puede tolerar”.
“Que los propios chicos y chicas puedan identificar las situaciones de violencia y que los profesionales y las profesionales también tengan la capacidad de acompañar, sobre todo de ayudar, de detectar las situaciones de violencia”, ha insistido.
Operativo para encontrar al asesino de Mateo
La Guardia Civil ha activado la ‘operación jaula’ para localizar y detener al asesino del crimen de Mocejón (Toledo), que acabó con la vida de Mateo, un niño de 11 años que estaba jugando al fútbol con sus amigos. El dispositivo de búsqueda cuenta con un helicóptero y una decena de patrullas de la Unidad de Policía Judicial y el Grupo de Información de la Comandancia de Toledo.
El portavoz de la familia, Axel Sánchez, pedía recientemente que no se criminalice a nadie “por la etnia, por la raza, por el color, por su creencia” y que se deje trabajar a la Guardia Civil para atrapar al agresor. Sobre este llamamiento, Catalina Perazzo considera “muy acertada” la postura de la propia familia del menor y se ha mostrado de acuerdo en “evitar los discursos de odio”.
“Nosotros estamos, obviamente, de acuerdo en que eso no ocurra, porque ese tipo de discursos no se sustentan en los datos y luego solo generan emociones negativas que complican la armonía en la sociedad”, ha señalado Perazzo
