Se cumplen las predicciones en Sudáfrica: el recuerdo de Mandela ya no es suficiente

Se cumplen las predicciones en Sudáfrica: el recuerdo de Mandela ya no es suficiente

Aunque los vaticinios tienden a ser engañosos cuando se trata de un proceso electoral indeciso, hay ocasiones en las que aciertan de pleno. Tal y como auguraban las encuestas, el Congreso Nacional Africano (CNA), el histórico partido de Nelson Mandela, ha perdido la mayoría absoluta que llevaba arrastrando consigo desde las elecciones sudafricanas de 1994. Con un 73% de los votos contabilizados, y tras darse una participación ciudadana del 58% (8 puntos por encima de lo previsto), el partido liderado por Cyril Ramaphosa encabeza los resultados con un 41.52% de los apoyos en lo que bien puede considerarse a niveles internos como una hecatombe electoral. Le siguen la Alianza Democrática (DA) con un 22.44% de los votos, el recién formado uMkhonto weSizwe (MK) con un 12.61% y el partido radical-marxista de Julius Malema, los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) con un 9.41%.

Treinta años de regresión económica, la corrupción institucional y grandes desigualdades sociales pese al fin de la segregación racial han terminado por pasar factura al partido de gobierno de los últimos 30 años. El CNA deberá ahora formar un Gobierno de coalición con mucho cuidado de escoger al aliado correcto. O bien se apoyarán en los votos del MK, o bien arriesgarán su jugada a pactar con el EFF, a sabiendas de que las promesas electorales de Malema, radicales desde su raíz, peligran con derrumbar definitivamente la convivencia social entre la población negra sudafricana (un 92% del país) y la población blanca (un 8%).

Se abre ahora un campo de posibilidades. Las disputas entre Cyril Ramaphosa y el expresidente Jacob Zuma, que llevó al segundo (junto con sus escándalos de corrupción) a ser expulsado del CNA y a crear el MK, podría dificultar lo que a todas luces sería la alianza más sensata por la proximidad ideológica entre ambos partidos. Los malos resultados del EFF (un punto por debajo de los comicios de 2018) podrían hacer imposible una coalición entre el partido de Malema y el CNA sin la inclusión de un tercer partido que sólo añadiría obstáculos al funcionamiento de un eventual gobierno tripartito. Los excelentes resultados de la Alianza Democrática, dos puntos por encima de los resultados anteriores, lo vuelven una fuerza demasiado poderosa en la mesa de negociación. Esto restaría aún más poder al CNA en caso de formarse un gobierno entre ambos.

Ya hay voces que apuntan a la destitución de Ramaphosa como líder del CNA para dar paso a un dirigente capaz de establecer alianzas con el MK y allanar el camino a la alternativa más razonable. El nombre de Paul Mashalite, actual vicepresidente de Sudáfrica y número dos en el CNA, resuena con fuerza como alternativa de cambio. Mashalite fue un activista convencido en la lucha contra el apartheid y su popularidad le hace un candidato ideal para este fin. Además, su etapa política en el gabinete de Jacob Zuma podría convertirle en el interlocutor ideal con el MK. Cabe a recordar que tanto el MK como el EFF suponen escisiones relativamente recientes del propio CNA, donde el EFF se considera una rama radical y nostálgica de las ideas del partido en el siglo XX, mientras que el MK se puede leer como una alternativa más conservadora en sus propuestas. Los líderes de ambos partidos, sin embargo, han expresado públicamente y en múltiples ocasiones su apoyo a Vladimir Putin.