‘Soy Nevenka’: anatomía de una ovación

‘Soy Nevenka’: anatomía de una ovación

Mi acompañante tiene las palmas rojas y llevamos 10 minutos de aplauso. Estamos en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, al final de la proyección de Soy Nevenka, la última película de Icíar Bollaín, que podría resumirse en una sola palabra: justicia. Nevenka Fernández, la mujer en cuya historia se basa la película, se levanta para abrazar al equipo. La ovación no quiere terminar. Son muchas las razones por las que necesitamos aplaudir: repasaré aquí algunas.

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