«Stella Banderas: ¿quieres casarte conmigo?»

«Stella Banderas: ¿quieres casarte conmigo?»

Stella Banderas se casa con su novio, Álex Gruszynski, su gran amor desde la niñez. El nombre de la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, de 27 años, se ha hecho viral en redes esta semana, mostrando la imagen del anillo de compromiso que le ha regalado su pareja, acompañada de otras fotos de «su persona favorita en el mundo». Tanto su padre, como su madre, han mostrado su aprobación y alegría, a juzgar por sus reacciones en redes. Melanie, a la que Stella está muy unida, ha sido muy explícita con su comentario: «Él preguntó…. De rodillas… ella dijo que sí. Stella y Alex están comprometidos para casarse. ¡Su historia de amor comenzó en el preescolar! ¡Amor verdadero, amor profundo! ¡Felicitaciones a los enamorados! Os quiero mucho a los dos».

El actor, más parco en palabras, pero con frases cargadas de ternura se expresó diciendo: «Mi hija Stella del Carmen se casa. No podemos estar más felices y emocionados». Tal vez ambos con esta precuela de la boda de su hija, rememoraron ese apasionado amor que se profesaron y que acabó en una boda íntima celebrada en Londres el 14 de mayo de 1996. El actor malagueño y la actriz norteamericana fueron la pareja ideal y vivieron un amor de película durante dos décadas, hasta que todo saltó por los aires. Fueron el matrimonio doradao de finales de los 90 y los 2000, esos que encumbra Hollywood. Él, un «latin lover» que se abría camino en la meca del cine; ella, la musa del séptimo arte con un pasado salvaje perteneciente a la aristocracia de la meca del cine. Fue amor a primera vista y se convirtieron en una de las más estables de Hollywood y, su amor era tal que la actriz se tatuó el nombre de Antonio en el brazo y lo lució con orgullo durante todo el tiempo que duró su matrimonio. Fruto de ese «amor sin fin» nació la única hija de Antonio Banderas, en el hospital de Costa del Sol de Marbella: Stella del Carmen, el nexo de unión, que sigue manteniendo ligada a los actores. Antes ambos habían estado casadosl Antonio con Ana Leza; y Melanie, con Don Johnson con quien tuvo a Dakota.

Vio a su suegro de procesión

El anuncio de las campanas de boda no ha sorprendido a nadie. Álex y Stella comparten su vida desde 2014, pero se conocían desde la escuela infantil Wagon Wheel School de Los Ángeles. El americano fue el primer amor de la hija de Banderas. Unidos desde su más tierna infancia, comenzaron a salir en 2015 y estuvieron juntos hasta 2019. Ambos eran muy jóvenes y siguieron caminos separados, lo que les sirvió para confirmar que estaban hechos el uno para el otro. En 2023 la pareja se dio una segunda oportunidad, que anunciaron el día de San Valentín reanudando así su romance con un ósculo apasionado.

Desde entonces los hemos visto juntos en más de una ocasión en público y no han dudado en proclamar su amor a los cuatro vientos a través de sus redes sociales. De los gustos personales de la pareja se sabe muy poco, ambos han optado por la discreción y mantienen un perfil muy bajo.

Una de las primeras apariciones de Álex en la Prensa fue hace dos años. El futuro yerno de Antonio Banderas es empresario y hace dos años comenzó su propio camino, fundando NOVA, una empresa dedicada a la promoción de «freelances» creativos. A la presentación de la empresa no faltaron Stella y Melanie, que quisieron apoyar al emprendedor en su nueva aventura empresarial. Más tarde, le vimos en marzo, por primera vez en la Semana Santa malagueña, junto a su novia y a Nicole Kimpel, viendo procesionar a su suegro. LA RAZÓN ha hablado con el entorno de Antonio estos días. María Casado, una de sus mejores amigas, afirmó que «estoy feliz porque veo a Antonio pletórico. He coincidido en alguna ocasión con los novios, poquitas veces, pero todos estamos encantados con este matrimonio».

La hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith es tímida. Muy tímida. Cuando era muy pequeña sus padres la sacaban a la puerta de La Gaviota, su villa marbellí, para la foto del verano de los periodistas. Ella se escondía detrás siempre de su padre y le decía: «¿Papá son los señores de la pizza?». Y Antonio entre risas le contestaba, «no hija no, esto es otra cosa».

Sin dominio del español

El actor siempre quiso integrar a la niña en las costumbres de la «Ciudad del Canto sin dueño», donde nació, incluso los primeros años la llevaba en barco a la procesiones de la Virgen del Carmen que tanta tradición tienen en Marbella. Stella ha pasado más tiempo en EEUU que en España, pero en sus últimas apariciones subrayaba que quería pasar más tiempo en Málaga. «Tengo que pasar más tiempo en España. Es una cosa que quiero hacer en algún momento». Su infancia transcurrió entre Los Ángeles y los platos de paella que su padre preparaba en Semana Santa en Málaga, donde le contagio la querencia al incienso. Desde pequeña tuvo en su entorno a lo más grande de la intelectualidad: de Pedro Almodóvar, Jonathan Demme o Hitchcock. Siempre estuvo expuesta a un mundo diferente, que la llevó a hacer una inmersión en el teatro, pero su timidez le producía ansiedad en las audiciones. Nunca estuvo por la labor de ser actriz como el resto de su familia, sus derroteros fueron más holísticos y se sacó el título de profesora de yoga y meditación.

También le apasiona escribir y estudio Escritura Creativa porque le encanta la literatura. Hay quien la ha criticado por el hecho de no hablar en español habiendo nacido en Marbella, pero ella ha salido al paso diciendo que se siente más cómoda expresándose en inglés, porque es la lengua que habla a diario y le permite transmitir sus pensamientos mejor que en español: «Una cosa que he aprendido, con el paso del tiempo, es a dejar de juzgarme a mí misma por el hecho de no hablar en español con la misma fluidez. Eso no quita que nací aquí, crecí aquí y la mayoría de mis primeros recuerdos sucedieron aquí, en España. Me siento muy conectada con esos recuerdos de mi infancia, cuando era una niña» ha dicho.

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