Sumar busca fortaleza de una de las debilidades del Ejecutivo del que forma parte. La vivienda, es un tema nuclear que azota de lleno al ministerio de Vivienda, que dirige la socialista, Isabel Rodríguez y que para el ala minoritaria del Gobierno se ha convertido en un asunto capital con el que tiene de la mano la aceptación de la sociedad civil y una bandera con la que puede destacar en medio de su propia decadencia política.
Ante las diversas polémicas protagonizadas por la ministra del ramo, después de pedir “solidaridad” a los propietarios para que bajasen los precios del alquiler, o que se “hagan cargo” de esta causa, Sumar ha elevado la presión sobre la ministra en las últimas semanas y ha pasado de criticarla de manera velada a hacerlo abiertamente, a exigir su dimisión través de alguno de los dirigentes que forman parte de la coalición. Ahora, además, alientan a la ciudadanía -junto a Podemos- para que acudan a las manifestaciones que tendrán lugar alrededor de todo el país el próximo 13 de octubre para protestar contra el Gobierno y reclamar mejoras en el acceso a la vivienda. “Me parece un insulto a la inteligencia. Estamos hablando de una emergencia habitacional, que en España se multiplica y crecen los grandes tenedores”, protestó la portavoz de los comunes Aína Vidal.
Ayer, la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández, avisó de que la vivienda es “una cuestión capital” y que el partido de Yolanda Díaz está consiguiendo “poner en el centro de la agenda política y social”. Según aseguró la dirigente este será uno de los ejes centrales que destacan en las conversaciones de PSOE y Sumar sobre los Presupuestos Generales del Estado. En Sumar ponen como principales ejes la necesidad de prohibir la compraventa de vivienda en zonas tensionadas de mercado que no tengan un uso residencial y condicionar fondos estatales a las autonomías con la condición de que cumplan la Ley de Vivienda.
El partido acudirá a las manifestaciones convocadas por el Sindicato de Inquilinos contra las subidas del alquiler y ha solicitado a la ciudadanía que secunden las convocatorias. De hecho, dentro de la coalición, en el socio minoritario hay fuentes que alertan de que si no se soluciona el problema de la vivienda “puede cargarse al Gobierno” y es por eso que la preocupación es extrema y piden urgentemente la regulación de los alquileres temporales, más allá de la promesa de la ministra de Vivienda de tener lista esa regulación para finales de 2025. Un plazo muy tardío para Sumar. La dirigente de IU, Amanda Meyer, ya reclamó la pasada semana al Ejecutivo pasar a la acción y focalizó todas las responsabilidades en la ministra de Vivienda, a la que pidió su dimisión o su cese por parte del presidente del Gobierno.
Precisamente, ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respaldó publicamente a la ministra de Vivienda, con la que visitó una promoción de vivienda de alquiler social en Barcelona.
