Sumergirse en las playas de Split, «la Perla del Adriático»

Sumergirse en las playas de Split, «la Perla del Adriático»

Con el verano a las puertas, las ganas de una escapada a un lugar paradisiaco se apropian de todos. Playas doradas, sol radiante y un ambiente animado son algunos de los ingredientes que componen la receta perfecta para unas vacaciones inolvidables. Y si a todo esto se le suma el aderezo de un rico patrimonio histórico, cultural y gastronómico, la combinación se vuelve irresistible.

La conocida como la Perla del Adriático y una de las joyas de la Costa Dálmata, Split, reúne todos estos requisitos, por lo que resulta un destino ideal para estas vacaciones estivales.

En esta bella ciudad costera croata las temperaturas cálidas no solo invitan a pasear por las playas y bañarse en las aguas del Adriático, sino también a disfrutar de la intensa agenda cultural y gastronómica de Split. Una cita destacada es el Festival de Verano, dedicado a las artes escénicas y a la música de jazz. Pero eso son únicamente aditivos de una urbe que lo tiene ya todo para quedarse en el corazón de los que la visitan.

Uno de los principales motivos para viajar a la hermosa Croacia y en concreto a Split en verano es vivir la maravillosa experiencia de recorrer sus playas. Aquí se encuentran algunas de las mejores, el paisaje natural que las abraza es tan único y bonito como sus cristalinas aguas. La más famosa es Bacvice, un obligado para todo viajero, y es que en pleno centro y cerca del puerto pasear por el paseo marítimo, pisar su arena y nadar en sus aguas supone trasladarse a un auténtico edén en la Tierra.

Otra opción muy agradable y menos transitada es Kasjuni Beach, ya más alejada del centro. También Jezinac, donde se puede practicar deportes acuáticos o darse un refrescante chapuzón, siempre con un entorno de una belleza inigualable. Aprovechando la visita a estas playas, es muy recomendable ir al parque Marjan, un lugar ideal para hacer senderismo y ciclismo. En este paraje natural la serenidad y tranquilidad se mezclan con la exuberancia y esplendor de la naturaleza. La mejor forma de acceder a él es a través de las Escaleras Marjan, ubicadas cerca del bonito paseo marítimo, Riva, al lado del monasterio y la iglesia de San Francisco. En el parque un rincón aún secreto para muchos es el mirador de Vidilica, que regala unas maravillosas vistas de Split.

Sumergirse en la atmósfera de Split significa también, cómo no, explorar su fascinante patrimonio histórico. Entre los lugares más emblemáticos se encuentra el Palacio de Diocleciano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, al que puede accederse desde la majestuosa Puerta Aurea. Este impresionante complejo arquitectónico, una de las más notables obras de la arquitectura clásica tardía, ofrece una fascinante mirada al pasado de la región. Es una ciudad en sí misma, y es que la que fuera residencia del emperador ha sido integrada perfectamente a la vida contemporánea. Hay tiendas, bares y restaurantes.

En el peristilo, la plaza central, se suelen organizar gracias a su magnífica acústica representaciones musicales, especialmente de ópera clásica, y obras de literatura antigua. Junto a él está la Catedral de San Duje y el Templo de Júpiter. Y un apunte curioso, los fans de la serie Juego de Tronos es posible que reconozcan algunos rincones del palacio, sobre todo los sótanos, hogar de los dragones de Daenerys Targaryen. Tal es el reclamo que hay un museo de la serie a pocos metros de la plaza principal de Split.

Explorando las encantadoras calles del centro histórico de Split, es posible encontrar lugares tan especiales como la Gelateria Emiliana, donde sirven helados artesanos. La única pega es que casi siempre se tiene que hacer cola, pero merece la pena hacerlo, ¡están riquísimos y es un dulce recuerdo del viaje a Split!

Trogir, una joya desconocida

A tan solo 27 kilómetros al oeste de Split, Trogir es una magnífica elección para seguir explorando el país croata. Este bonito destino, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, cautiva con su pintoresco casco antiguo y embriagadora naturaleza. Desde Split se puede llegar cómodamente en autobús.

Una vez en Trogir, un mundo medieval se abre paso en sus estrechas calles empedradas y monumentos, como la Fortaleza del Camarlengo, construida por los venecianos entre los siglos XIII y XV como base naval de sus navíos en esta zona del Adriático, y la Fortaleza de San Marcos, obra también de los venecianos. Tampoco se puede dejar de visitar la Catedral de San Lorenzo, de la cual maravilla su impresionante portada y la Torre del Reloj, que corona la iglesia.

Como ciudad costera, a Trogir no le faltan las playas. Las mejores hay que buscarlas en la Riviera de Trogir y en los alrededores de la propia ciudad. Las más destacadas son la de Pantan Beach en la desembocadura del río Pantan, la Playa de Okrug y de Kava, estas dos últimas en la idílica isla de Ciovo, conectada con Trogir por un pequeño puente. En el pueblo de Ciovo podrá ver también el convento franciscano de San Antonio, así como otras pequeñas iglesias como la de Nuestra Señora de Prizidnica, al lado de viviendas eremitas de mitad del siglo XVI situadas entre un impresionante acantilado. La naturaleza que rodea a esta isla y a la propia Trogir no le dejará indiferente.

No hay duda, la región dálmata, con Split y Trogir como dos de sus ciudades más encantadoras, tientan a coger las maletas para disfrutar de experiencias inolvidables y mágicas en este paraíso.