México-España: equidistancia imperial y vergüenza ajena

México-España: equidistancia imperial y vergüenza ajena

No seré el único ciudadano al que le domina una vergüenza ajena equidistante y transoceánica entre Madrid y México. No tanto en el lío diplomático de invitaciones y protocolos en torno a la toma de posesión de la presidenta Sheinbaum, donde tengo claro quién es el ofensor (México) y quién el ofendido (España), sino en…