La Filarmónica de Viena lo fía todo a la calidad y el virtuosismo en su regreso al Auditorio Nacional
No siempre ha habido días soleados en las actuaciones madrileñas de la Filarmónica de Viena. El 20 de enero de 1998, la legendaria orquesta del Concierto de Año Nuevo recibió una sonora pitada tras una desastrosa interpretación del Bolero de Ravel, en el Auditorio Nacional, bajo la dirección de Lorin Maazel. Fue “el mayor fracaso…