Villita escuchó la única ovación en una tarde de tedio

Villita escuchó la única ovación en una tarde de tedio

Se había hecho larga la noche anterior en Madrid para muchos. Se notaba en el rostro de los aficionados que repitieron presencia en Las Ventas, pero sobre todo en el ambiente, en el que sobrevolaba ese sabor a satisfacción de haber vivido algo histórico con la Puerta Grande de Enrique Ponce, mezclado con la nostalgia…