Patricia Cueva nos recuerda que los viajes nos llevan a destinos físicos, que también nos guían hacia nuevas versiones de nosotros mismos.
Hoylunes – En la antología «Sueños de un Viajero», destaca una historia que trasciende lo terrenal y lleva al lector a una profunda peregrinación espiritual: «Tierra Santa», escrita por la talentosa Patricia Cueva. Esta escritora ecuatoriana, con una vida marcada por la pasión por las letras desde una edad temprana, nos invita a recorrer junto a ella uno de los destinos más sagrados del mundo, en una experiencia que transforma tanto a la autora como a quienes tienen la dicha de leer sus palabras.
Desde muy joven, Patricia demostró un amor inquebrantable por la escritura. A los seis años ya destacaba en concursos de escritura y lectura, y a los 9 o 10 años escribió sus primeros relatos, historias que reflejaban su curiosidad y empatía. Este amor por las palabras la acompañó a lo largo de su adolescencia, donde continuó cosechando éxitos en oratoria y declamación, y sentando las bases de lo que sería una fructífera carrera como escritora.
Fue años más tarde, después de cuatro décadas de sus primeros escritos, cuando Patricia sintió que estaba lista para retomar la pluma con una nueva perspectiva. Guiada por maestros que le enseñaron a estructurar y enriquecer sus historias, y motivada por la influencia de su padre, también escritor, Patricia comenzó a construir su legado literario.
En «Tierra Santa», Patricia comparte con nosotros un viaje que había soñado desde niña. Inspirada por las historias bíblicas que leía con devoción, siempre anheló caminar por los mismos caminos sagrados que marcaron la historia de la fe. A los 35 años, ese sueño se hizo realidad. Acompañada de sus hijas, Kelly y Valeria, y guiada por Ebrahim, un apasionado conocedor de la tierra, Patricia se embarcó en una aventura que no solo exploró lo geográfico, sino que también profundizó en lo espiritual.
Cada lugar visitado, desde las imponentes alturas de Masada hasta las tranquilas aguas del Mar Muerto, ofreció a Patricia una nueva perspectiva y una conexión más profunda con lo divino. Jerusalén, el Jardín de Getsemaní y las aguas del Jordán se convirtieron en escenarios, en testigos de una experiencia transformadora que le dio respuestas a sus preguntas más profundas.
En cada página de «Tierra Santa», Patricia plasma su búsqueda de paz interior y renovación espiritual. Con una narrativa que combina la belleza del lugar con la introspección, invita al lector a unirse a su peregrinaje, a sentir la energía sagrada que emana de cada rincón de esa tierra milenaria.
Este relato es un testimonio de que ser escritor es, en parte, destino y en parte, decisión. Patricia Cueva nos recuerda que los viajes nos llevan a destinos físicos, que también nos guían hacia nuevas versiones de nosotros mismos. Su historia en «Sueños de un Viajero» es un canto a la fe, la transformación y la belleza que surge de la intersección entre la historia, la espiritualidad y la narrativa.
Patricia Cueva continúa su camino literario con la misma pasión que la acompañó desde niña, y con «Tierra Santa» nos invita a todos a acompañarla en su viaje más sagrado y significativo.
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