La madrugada del 3 de julio de 2021 Samuel Luiz, de 24 años de edad, se encontraba en el paseo de A Coruña con una amiga. Una videollamada desencadenó un delito difícil de entender. “O paras de grabar o te mato, maricón”. Esas fueron las palabras que escuchó Samuel antes de que una montaña de golpes sin sentido cayese sobre él.
Durante seis minutos los implicados golpearon al joven hasta dejarlo tendido, sin que nadie, ni siquiera un par de senegaleses que se encontraban en el lugar, lograsen hacer nada por impedirlo. Una vez inmóvil e inconsciente, los agresores huyeron.
A los pocos días del crimen se produjeron las primeras detenciones: Diego Montaña, Alejandro Freire, Kaio Amaral y Katy Silva, puesta en libertad un par de días después. En septiembre de ese año se detuvo al último implicado, Alejandro Míguez Roca. Además, durante la investigación se arrestó también a dos menores que, tras una confesión y un acuerdo con la Fiscalía, fueron condenados a tres años y medio en régimen cerrado, una pena que saldarán en los próximos meses.
Tercer aniversario
Hoy, tres años después de aquel crimen homófobo, A Coruña se prepara para un juicio que ha sufrido múltiples retrasos y que, tal vez, arroje un poco de luz sobre un asesinato incomprensible a primera vista.
Una muerte que, por lo menos, ha servido para sensibilizar a la sociedad, tal y como ha subrayado hoy la alcaldesa de la ciudad herculina, Inés Rey: “Rechazamos cualquier acto de odio”.
En esta línea, Rey, que ha defendido A Coruña como “ciudad plural y diversa”, ha recordado que fue “un suceso que conmocionó a toda la ciudadanía y a toda España”. “Rechazamos profundamente cualquier acto de odio y actuaciones violentas como la que acabó con la vida de Samuel”, ha reiterado antes de lamentar “una muerte absolutamente dramática”.
Para tratar de página, Rey ha confiado en que “se celebre el juicio cuanto antes”.
En este sentido, y tras diferentes demoras pese a haber seguido los plazos procesales, está previsto su inicio para el 16 de octubre, prolongándose hasta el 18 de noviembre.
Durante las sesiones los miembros del jurado deberán responder a 87 cuestiones, a las que sumarán otras 7 sobre el grado de ejecución del delito y la participación de los cinco acusados. Estos se enfrentarán a penas que van de 22 a 27 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de discriminación.
