Levantarse a la primera cuando suena la alarma es uno de los hábitos más difíciles de adquirir para muchas personas. Sin embargo, empezar el día con energía y sin aplazar varias veces el despertador puede marcar una gran diferencia en nuestra productividad y bienestar. Por eso, nos hemos decidido ha compartir algunos trucos infalibles para lograr que levantarte de inmediato se convierta en una rutina.
El primero es establecer una rutina de sueño. Uno de los errores más comunes es no tener un horario de sueño regular. Para facilitar levantarse a la primera, es crucial acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el reloj interno del cuerpo, conocido como el ritmo circadiano, haciendo que sea más fácil despertarse sin sentir cansancio. Si tienes problemas para dormir temprano, intenta establecer una rutina relajante antes de acostarte, como leer un libro o meditar.
Una forma de hacer que el proceso de despertar sea menos tedioso es preparar lo necesario la noche anterior. Elige tu ropa, prepara el desayuno o deja todo listo para tu rutina matutina. Saber que ya tienes esas tareas resueltas puede darte un impulso para levantarte con más facilidad.
El truco más sencillo y eficaz, es colocar el despertador lejos de la cama. Esto te obligará a levantarte para apagarlo. Una vez que estás de pie, será más fácil resistir la tentación de volver a la cama. Si usas el teléfono como despertador, deja el cargador en otra habitación o al otro extremo del dormitorio. En este sentido, los despertadores que simulan el amanecer son una excelente herramienta para levantarse de manera natural. Estos dispositivos emiten una luz gradual que imita el sol saliendo, ayudando a tu cuerpo a despertarse de manera más suave y natural. Si no tienes un despertador de luz, prueba despertarte con sonidos naturales como el canto de los pájaros o sonidos de agua, que resultan menos bruscos.
Mantener un vaso de agua en la mesita de noche y beberlo al despertar es una excelente manera de activar tu cuerpo. El agua ayuda a hidratarte y despertar el sistema digestivo, lo que te hará sentir más alerta y menos somnoliento. Pero sin duda, tener una motivación real para despertarte hace que levantarse a la primera sea más fácil. Puedes planear algo positivo y sencillo para hacer al inicio de tu día, como desayunar tu comida favorita, dedicar unos minutos a un hobby que disfrutes, o incluso planear una caminata al aire libre.
El uso de dispositivos electrónicos antes de dormir puede afectar negativamente la calidad de tu sueño debido a la luz azul que emiten, la cual interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Intenta evitar pantallas como teléfonos, tablets o televisores por lo menos 30 minutos antes de dormir. Cambia tu teléfono por un libro o escucha música relajante antes de acostarte para ayudar a tu cerebro a desconectar.
Al levantarnos, algo que también es recomendable es realizar algunos estiramientos suaves o una rutina de ejercicio corta al despertarte te ayudará a activarte rápidamente. El ejercicio mejora la circulación y te hace sentir más alerta. No tiene que ser una rutina larga, incluso unos minutos de movimiento pueden hacer una gran diferencia. Prepara un par de ejercicios sencillos, como estiramientos de piernas o una caminata breve por la casa, para realizar apenas te levantes.
La exposición a la luz natural al despertarse es una de las formas más eficaces de decirle a tu cuerpo que es hora de comenzar el día. Si puedes, abre las cortinas o sal al aire libre para obtener luz solar directamente en la mañana. No te preocupes si vives en un lugar donde no hay mucha luz natural, puedes considerar usar lámparas de luz brillante que imiten la luz del sol.
La opción de “aplazar” o “snooze” puede parecer tentadora, pero posponer la alarma varias veces solo te hará sentir más cansado. El cuerpo entra en un ciclo de sueño interrumpido que puede hacerte sentir más somnoliento cuando finalmente te levantes. Entrena tu mente para levantarte en cuanto suene la alarma. Piensa que cada vez que la pospones, solo estás haciendo que te cueste más empezar el día con energía.
Levantarse a la primera es una cuestión de hábitos y motivación. Implementar estos trucos en tu rutina diaria te ayudará a mejorar tu calidad de sueño, aumentar tu productividad y, lo más importante, sentirte más activo y positivo durante todo el día.
