Mucho se está hablando sobre la delicada salud que ha
llevado de nuevo a Julián Muñoz a ser ingresado en un centro médico. Este
miércoles, el exedil de Marbella tenía una cita en el Hospital Universitario
Costa del Sol de Málaga para someterse a un nuevo ciclo de quimioterapia intravenosa. Acudía acompañado de su hija Elia y sabiendo que se le podría
complicar el asunto, sintiéndose muy débil como para volver a su hogar, por lo
que llegaba con una pequeña maleta con sus enseres. Desde entonces la alarma
sobre un fatal desenlace se ha activado, algo a lo que contribuía que todos sus
seres queridos hiciesen piña en la clínica, al lado de su cama y a la espera de
novedades. También Mayte Zaldívar, que acudía a la cita con su marido acompañada de Fernando Marcos, su pareja. Una escena peculiar que, sin embargo,
ha servido para que la ex primera dama marbellí rompa su silencio y despeje las
dudas sobre el estado real del que ha vuelto a ser su esposo, tras casarse en
secreto el pasado mes de enero.
Mientras que unos hablan de que el estado del político
malagueño es “muy grave”, otros señalan que evoluciona favorablemente de la
debilidad que sintió tras su última fase del tratamiento de quimioterapia. Dos
versiones enfrentadas que han convivido estos días y que, por fin, aclara la
propia Mayte Zaldívar tras abandonar el edificio con noticias de última hora. “Me
has cogido que estoy muy bien, porque tengo muy buenas noticias. Estamos muy
felices, las cosas van mejor. Esto ha sido un balón de oxígeno. Nos veréis
pasear por ahí. Somos una piña, incluido Fernando. Julián está muy feliz, hoy
parece otro”, ha reconocido pletórica en exclusiva para ‘Y ahora Sonsoles’. Una
buena nueva que estaba encantada de ofrecer, después de tanta incertidumbre
sobre cómo se encontraba y ante la alarma generada por algunos al hablar de que
Julián Muñoz habría “entrado en una fase que puede ser definitiva”.
Con sus optimistas declaraciones, Mayte Zaldívar mata dos
pájaros de un mismo tiro. Por un lado, calma las aguas en lo que a la salud de
su marido se refiere, a la vez que da cierta normalidad al hecho de que se haya
casado de nuevo, 17 años después de firmar los papeles del divorcio, mientras
continúa paseando su amor por su novio Fernando. Deja claro el papel importante
que juega su pareja desde hace más de 20 años en la familia, siendo uno más al
lado del que fuese socio y aliado de Jesús Gil.
Como decíamos, Julián Muñoz no está solo en esta batalla
contra el “cáncer galopante” que padece. Sus hijas se han volcado en su
cuidado, tanto ahora en el hospital como en su propio domicilio. Así, Elia pasó
la noche a su lado, mientras que Eloisa ha estado también acompañándole a lo
largo de la jornada de este jueves. Allí se ha visto a Mayte Zaldívar a primera
hora de la mañana, sin muchas ganas de hablar, limitándose a dar las gracias a
los compañeros reporteros que hacen guardia en las inmediaciones y excusando
después su silencio porque “tengo que trabajar”. Pero los buenos ánimos tras
recibir buenas noticias sobre la salud de su marido le han hecho romper su
silencio con Sonsoles Ónega. Parece que, aunque la familia está haciéndose a la
idea de que el final podría estar cerca, reciben con alegría los pequeños
avances que le permitan estar más tiempo a su lado.
