“Para tratar de salvar vidas tenemos que amputar”, lamenta el doctor Mohamed Obaid, de 40 años, cirujano especializado en la reconstrucción de extremidades y uno de los jefes del hospital Al Awda de Yabalia, el mayor campo de refugiados de Gaza y epicentro de la última ofensiva desatada desde el lunes por las tropas de ocupación israelíes en el norte de la Franja. Allí permanecen atrapadas cientos de miles de personas sin que les llegue ayuda, según la ONU y organizaciones humanitarias.
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