Un nuevo medicamento multiplica por diez la supervivencia del cáncer de pulmón más agresivo

Un nuevo medicamento multiplica por diez la supervivencia del cáncer de pulmón más agresivo

Un nuevo fármaco ha mostrado detener el avance del tipo de cáncer de pulmón más agresivo y resistente a la quimioterapia, el de células no pequeñas (CPCNP), durante más tiempo que cualquier otro tratamiento en la historia médica. Se trata de lorlatinib, un inhibidor de la tirosina quinasa (TKI) de segunda generación. Este tipo de fármacosa actúan bloqueando la acción de la proteína anormal que envía señales a las células cancerígenas para que se multipliquen.

El medicamento ha evidenciado los resultados de supervivencia libre de progresión más largos jamás registrados en pacientes con este tipo de tumor: 5 años en el 60% de los pacientes que participaron en un ensayo clínico fase III presentado el pasado viernes en reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (Asco), en Chicago. No solo eso, sino que, pasados los 5 años, la mayoría de los pacientes continuaron con la enfermedad controlada. En comparación, solo el 8% de los tratados con un medicamento estándar en el ensayo alcanzaron este resultado y, en la mayoría, el cáncer empeoró a los 9 meses. La supervivencia libre de progersión es la cantidad de tiempo durante y después de la medicación o tratamiento en el que la enfermedad que está siendo tratada no empeora.

En el estudio participaron 296 pacientes con formas avanzadas de CPCNP ALK positivo que fueron asignados aleatoriamente para recibir lorlatinib (149 pacientes) o crizotinib (147 pacientes, de los cuales 142 finalmente recibieron tratamiento). Ambos son tratamientos dirigidos que se unen a la proteína ALK, que se encuentra sobrereprentada en este tipo de tumor, y detienen el crecimiento de las células tumorales.

“Hasta donde sabemos, estos resultados no tienen precedentes”, afirmó el autor principal del estudio, Benjamin Solomon, oncólogo médico del Centro Oncológico Peter MacCallum en Melbourne, Australia, según recoge The Guardian. “A pesar de los avances significativos con los TKI de nueva generación, la mayoría de los pacientes tratados con los de segunda generación experimentarán una progresión de su enfermedad en un plazo de tres años”, destacó. “Lorlatinib es el único de ellos que ha reportado una supervivencia libre de progresión a cinco años, e incluso después de este tiempo, la mayoría de los pacientes continúan con su enfermedad controlada, incluido el control de la enfermedad en el cerebro”, añadió.

El trabajo también señala que la mayoría de los pacientes experimentaron algunos efectos secundarios. En concreto, se produjeron problemas relacionados con el tratamiento en el 77% de los pacientes que tomaban lorlatinib y en el 57% de los pacientes que tomaban crizotinib. Los efectos secundarios más comunes fueron hinchazón, colesterol alto y niveles elevados de lípidos.