Una buceadora australiana, Jules Casey, experimentó un encuentro asombroso con un pulpo mientras practicaba submarinismo cerca de la costa. El pulpo no solo interactuó con ella de una manera inusual, sino que también la llevó a un lugar donde guardaba un particular “tesoro”.
Casey relató la experiencia a través de su perfil en redes sociales, OneBreathDiver, describiendo cómo el pulpo tomó su mano con uno de sus tentáculos y la guio a lo largo de un recorrido submarino que ella normalmente no habría seguido. “Ese día, el pulpo extendió su brazo y tomó mi mano, dirigiéndose en una dirección por la que yo normalmente no iría. Cuando se alejó, se detuvo y se dio la vuelta únicamente para asegurarse de que todavía lo seguía”, dijo Casey.
La sorpresa llegó cuando el pulpo la llevó hasta un lugar donde se encontraban varios objetos sorprendentes, incluida una pequeña lápida de piedra con la foto de un hombre sosteniendo un perrito blanco. Casey explicó que al principio no vio la foto porque se acercó por la parte posterior de la lápida, pero el pulpo la guio para que la descubriera. “Fue casi como si dijera: ‘Mira, está aquí’. Fue entonces cuando vi la foto del hombre sosteniendo al perrito”, añadió.
Para Casey, fue un momento emotivo, pero lo más sorprendente fue la inteligencia demostrada por el pulpo al llevarla hasta ese lugar. “Fue un momento muy emotivo, pero lo mejor es que esta inteligente criatura me había llevado hasta allí”, expresó.
Este encuentro no es el primero que destaca la inteligencia de los pulpos. Los científicos continúan descubriendo evidencias sobre sus excepcionales capacidades cognitivas, lo que incluye la capacidad de superar pruebas que otros animales no pueden resolver.
