La vida en un valle de microclima tiene esa magia de postal antigua. La prioridad es aprovechar la protección del clima, y compensar así las dificultades de una orografía de laderas casi verticales, con toda la gama de orientaciones al completo. Este valle navarro Nekeas encierra a sus bodegueros para que al mirar alrededor y solo ver su valle consigan una personalidad única. No estar con la cabeza en lo que hacen los demás, permite la honestidad de estos mostos de lágrima auténtica. la que cada pequeño pago regala con un matiz diferente del otro. La diversidad de terrenos daría para un tratado, pero aquí no hay necesidad de complicarse ni de camuflar.
Refrescante acidez que permite se en este vino rosado por lo dulce de su fresa y casi frambuesa. Mora también. Toda una explosión en nariz que hace irreflexivo el trago. No es fácil parar de probar este vino, incluso para ponerse a contarlo en estas líneas.
Este vino convence por su sencillez que lo hace perfecto para acompañar platos que algún dia apetecen, como pizza y pasta. En los periódicos más importantes de Nueva York, lo recomiendan con eso que llaman HotDog. O perro caliente. No me extraña, porque es perfecto acompañante para cualquier comida que permita más dieta líquida.
El equipo de Daniel Bueno, bodeguero de la tierra y traductor de la especialidad tan diversa de estas tierras trabaja con las fermentaciones largas pero controladas y no le dan a la maloláctica. No buscan un especial filtrado pero para hacer aún más agradable este vino ayudan con una estabilización y si es necesario una clarificación que le da ese color tan apetecible al vino.
Su mejor expresión parece durante el primer año de embotellado, pero con todo el equilibrio que exhibe en estas fechas, yo esconderé unas botellas para el año que viene. Le recomiendo lo mismo.
Bodega:
Nekeas
Vino:
Rosado Nekeas
D.O.P.:
Navarra
Pvp:
9 euros
