Una explosión tecnológica hace 600.000 años identifica el origen de la capacidad que nos hizo humanos

Una explosión tecnológica hace 600.000 años identifica el origen de la capacidad que nos hizo humanos

Si mira a su alrededor, está rodeado de tecnología que probablemente no sepa cómo funciona y, si lo sabe, no sería capaz de reproducir. Y no solo hablamos de los complejos chips del teléfono móvil. La tinta que impregna las páginas de un libro, el tejido sintético de una camiseta o una llave metálica requieren una cantidad de conocimiento ingente y combinado, que está distribuido entre muchas personas y apareció por la acumulación de saberes a lo largo de incontables generaciones. Esa capacidad para adquirir conocimientos de los ancestros y pasarlos a los descendientes después de añadir alguna mejora, y de hacerlo con precisión, más allá de la copia a bulto de lo que hacen otros, que se ha visto en chimpancés y monos, es una de las habilidades que aún parecen exclusivas de la humanidad.

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