Una tormenta solar como el evento Carrington “causaría un daño estimado de entre 1 y 2 billones de dólares” solo en EE. UU.

RMAG news

Últimamente el Sol es noticia, y eso podría venirle genial a
un grupo de investigadores
de la Universidad de Northwester. Ellos, junto con otros expertos, acaban de
publicar un artículo que podría ayudar a predecir las erupciones solares.
El artículo en sí mismo no busca predecir la actividad de nuestra estrella,
pero apoya una explicación para la dinamo solar:
el proceso por el cual se generan sus campos magnéticos y que, por lo tanto,
está muy relacionado con sus tormentas y eyecciones de masa coronal.

Los propios investigadores son muy conscientes de las
posibles aplicaciones predictivas de su estudio y, de hecho, así lo resaltan en
la nota de prensa. En palabras de Daniel Lecoanet, coautor del estudio: “Aunque
las recientes tormentas solares
fueron poderosas, nos preocupan tormentas aún más poderosas como el Evento
Carrington. Si una tormenta de similar intensidad golpeara hoy a
Estados Unidos, causaría un daño estimado de entre 1 y 2 billones de dólares.
Aunque muchos aspectos de la dinámica solar
siguen siendo un misterio, nuestro trabajo hace grandes avances en resolver uno
de los problemas no resueltos más antiguos de la física teórica y abre el
camino para mejores predicciones de la peligrosa actividad solar”.

El gran problema

Aunque las estrellas parezcan poco más que descomunales
masas de gas incandescente, son muchísimo más complejas que eso. No solo
están compuestas de hidrógeno y helio y, para hacernos una idea, existe una
rama de la física conocida como magnetohidrodinámica
que estudia particularmente el movimiento del gas y el plasma que las compone,
así como el magnetismo relacionado con ese movimiento. Sin ir más lejos,
piensa que, estando formadas por fluidos, su cuerpo no gira al unísono, como un
sólido, sino que, rota a diferentes velocidades según la latitud, produciendo
turbulencias algo más difíciles de modelizar.

Por eso, el Sol sigue guardando muchos secretos y uno de
ellos tiene que ver con el origen de la dinamo solar. Una dinamo es un aparato
que produce electricidad al hacer girar un imán dentro de una bobina de cable.
Este efecto se puede conseguir al revés, y con una corriente en una bobina,
producir un campo magnético. Eso es lo que ocurre en el núcleo de nuestro
planeta con las corrientes convectivas de hierro fundido, y es, también, lo que
produce los campos magnéticos del Sol, esos que generan erupciones con forma de
arco en su superficie. Ahora bien… Lo cierto es que no sabemos si esta
dinamo solar se origina en las profundidades del sol o en su superficie.

Un nuevo modelo

Estos investigadores han creado un modelo computacional
bastante prometedor, una simulación por ordenador del campo magnético del Sol.
La cuestión es que, a diferencia de los modelos anteriores, el nuevo tiene en
cuenta las oscilaciones torsionales, un patrón cíclico de cómo el gas y el
plasma fluyen dentro y alrededor del Sol. Estas oscilaciones fluctúan en un
ciclo de 11 años, igual que las erupciones solares, lo cual ha hecho pensar que
puedan ser consecuencias de un mismo proceso.

Los modelos que presuponen un origen profundo de la dinamo
solar no pueden explicar bien estas oscilaciones torsionales ni la relación
entre la actividad magnética y las manchas solares. En cambio, el modelo que
proponen estos científicos en la revista Nature se basa en la hipótesis
de que la dinamo solar tiene un origen más superficial y parece incluir estas
cuestiones. “Una pista intrigante es que las oscilaciones torsionales están
solo cerca de la superficie del sol”, dijo Lecoanet.

Si este modelo es correcto, el campo magnético del Sol se
produciría tan solo a unos 32.000 kilómetros de profundidad, lo cual equivale
aproximadamente al diámetro de dos Tierras y media. Esto sería mucho más
superficial que lo que planteábamos hasta ahora, que rondaba los 209.000
kilómetros. Para hacernos una idea, el diámetro del Sol son casi 1,4
millones de kilómetros. Eso significa que, desde su superficie hasta su núcleo
hay unos 700.000 kilómetros y que hemos pasado de ubicar el origen de su
magnetismo a un tercio de su profundidad a, apenas una vigésima parte.

QUE NO TE LA CUELEN:

Descubrir el verdadero origen de los campos magnéticos del
sol sería un primer paso importantísimo e ineludible para el desarrollo de modelos
predictivos. Con ellos podríamos anticiparnos a las tormentas solares y, tal
vez, protegernos mejor cuando estas lleguen.

REFERENCIAS (MLA):

Lecoanet,
et al. “The solar dynamo begins near the surface” Nature 10.1038/s41586-024-07315-1