Una vacuna contra el herpes zóster reduce un 17% el riesgo de padecer demencia

Una vacuna contra el herpes zóster reduce un 17% el riesgo de padecer demencia

Un estudio realizado a más de 200.000 personas por investigadores de la Universidad de Oxford y financiado por el Centro de Investigación Biomédica de Oxford Health (OH BRC) del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR) ha encontrado al menos una reducción del 17% en los diagnósticos de demencia en los seis años posteriores de administrar a los participantes la nueva vacunación recombinante contra el herpes zóster (Shingrix), lo que equivale a 164 o más días adicionales vividos sin demencia. Las conclusiones de este estudio han sido publicadas en la revista “Nature”.

El beneficio se observó en ambos sexos, pero fue mayor entre las mujeres, y los hallazgos sugieren que la vacuna recombinante contra el herpes zóster puede tener un valor adicional en términos de protección contra la demencia.

El herpes zóster es una afección dolorosa y grave que afecta a muchas personas mayores. Es causada por el virus del herpes zóster, que puede exacerbarse en personas que anteriormente tuvieron varicela. Después de que se introdujese una vacuna contra el herpes zóster (Zostavax) en el año 2006, varios estudios han sugerido que el riesgo de demencia podría ser menor en las personas que habían recibido la vacuna, aunque los resultados no fueron concluyentes. En muchos países, incluidos Reino Unido y los Estados Unidos, Zostavax ha sido retirado y reemplazado por una vacuna mucho más efectiva (Shingrix). En Reino Unido, el Servicio Nacional de Salud (NHS) ofrece Shingrix a todas las personas mayores y a otros grupos.

En el nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Oxford y del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR) utilizaron la red de registros de salud electrónicos TriNetX (una red de investigación que combina los datos de registros médicos electrónicos de la Universidad Stony Brook con los de otras 110 instituciones de salud ) de Estados Unidos. En Estados Unidos, en octubre de 2017 se produjo un cambio entre las vacunas Zostavax y Shingrix. Esto permitió a los investigadores comparar el riesgo de demencia en los seis años posteriores a Shingrix en comparación con personas similares que habían recibido Zostavax. Más de 100.000 personas estaban en cada grupo. Shingrix también se comparó con personas que habían recibido vacunas contra otras infecciones (gripe y tétanos, difteria y tos ferina).

Shingrix se asoció con un 17% menos de riesgo de demencia que Zostavax, y un 23-27% menos que con las otras vacunas. Esto equivale a 5-9 meses más vividos sin demencia para aquellos que habían recibido la vacuna Shingrix en comparación con las otras vacunas. Los efectos beneficiosos estuvieron presentes en ambos sexos, pero mayores en las mujeres que en los hombres.

Varios análisis adicionales mostraron que estos hallazgos son sólidos, pero los investigadores afirman que se necesita más investigación antes de hacer cualquier sugerencia de que la vacuna contra el herpes zóster debe usarse para ayudar a prevenir o retrasar la aparición de la demencia.

El doctor Maxime Taquet, profesor clínico académico del NIHR en el Departamento de Psiquiatría de Oxford, quien ha dirigido el estudio, ha señalado que: «El tamaño y la naturaleza de este estudio hacen que estos hallazgos sean convincentes y deberían motivar futuras investigaciones. Apoyan la hipótesis de que la vacunación contra el herpes zóster podría prevenir la demencia. Si se validan en ensayos clínicos, estos hallazgos podrían tener implicaciones significativas para los adultos mayores, los servicios de salud y la salud pública”.

Por su parte, John Todd, profesor de Medicina de Precisión en el Departamento de Medicina Nuffield de la Universidad de Oxford, declaró al respecto que: “Una pregunta clave es, ¿cómo produce la vacuna su beneficio aparente para proteger contra la demencia? Una posibilidad es que la infección con el virus del herpes zóster podría aumentar el riesgo de demencia y, por lo tanto, al inhibir el virus, la vacuna podría reducir este riesgo. Por otra parte, la vacuna también contiene sustancias químicas que podrían tener efectos beneficiosos distintos sobre la salud del cerebro».

Finalmente, Paul Harrison, profesor de psiquiatría y líder de OH BRC en el estudio de Molecular Targets, quien supervisó el estudio, dijo: “Los hallazgos son intrigantes y alentadores. Cualquier cosa que pueda reducir el riesgo de demencia es bienvenida, dado el gran y creciente número de personas afectadas por ella”.

En Reino Unido hay disponible una vacuna gratuita contra el herpes zóster para las personas que cumplen 65 años, las que tienen entre 70 y 79 años y las personas de 50 años o más que tienen un sistema inmunológico gravemente debilitado. Las vacunas más antiguas contra la culebrilla se están reemplazando por Shingrix, fabricado por la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK).

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