Unas banderas de la insurrección en la casa de un juez conservador del Supremo de EE UU cuestionan su imparcialidad

Unas banderas de la insurrección en la casa de un juez conservador del Supremo de EE UU cuestionan su imparcialidad

“A mi mujer le gusta ondear banderas. A mí no”. La frase es del juez del Tribunal Supremo Samuel Alito. La peculiar afición de su cónyuge ha desatado un escándalo mayúsculo en Washington. Entre las enseñas izadas en el jardín de la vivienda donde reside Alito y en el patio de su casa de la playa hubo dos asociadas al asalto al Capitolio y a los intentos de cuestionar sin fundamento la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Con ese requiebro en que responsabiliza a su mujer, Martha-Ann Alito, el juez ha rechazado la petición de los congresistas demócratas de que se aparte de los casos relacionados con el asalto al Capitolio. Los demócratas creen que la sombra de la sospecha permanece sobre Alito, uno de los jueces más conservadores del ya de por sí muy conservador Tribunal Supremo.

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