Vall d’Hebron desarrolla una aplicación web para determinar la mortalidad a 90 días de los pacientes oncológicos que ingresan en urgencias

Vall d’Hebron desarrolla una aplicación web para determinar la mortalidad a 90 días de los pacientes oncológicos que ingresan en urgencias

Entre los pacientes oncológicos son
frecuentes las visitas a urgencias, principalmente debido a la
propia de la enfermedad, a infecciones o a problemas relacionados con
la toxicidad del tratamiento.

Como es lógico, en este servicio, por
defecto, se ofrece al paciente todas las herramientas al alcance de
los profesionales para superar la situación y alargar su
supervivencia, sin embargo en el paciente oncológico, ésta no es
siempre la mejor opción. En función de su estado, una actuación
médica agresiva puede no suponer un verdadero beneficio para el
paciente al no mejorar su pronóstico y, por contra, es posible que
conlleve un sufrimiento extra y un menoscabo de su bienestar.

En este sentido, cuando un paciente
oncológico con cáncer metastásico y tratamiento sistémico, que
son quienes, a priori, pueden tener un mayor riesgo de mortalidad,
llega a urgencias, lo adecuado es valorar su estado para identificar
a aquellos que pueden beneficiarse de una intervención invasiva y en
los que, por sus reducidas probabilidades de supervivencia , es más
conveniente adaptar la actuación médica a esta realidad y descartar
un tratamiento agresivo para priorizar aquellos que le ofrezcan
bienestar, como el soporte nutricional o los cuidados paliativos.

Al respecto, el doctor Oriol Mirallas,
adjunto del servicio de Oncología Médica del Hospital de la Vall
d’Hebron e investigador de la Unidad de Investigación en terapia
molecular UITM-CaixaResearch de Vall d’Hebron Instituto de Oncoogía
(VHIO), señala que “hay pacientes en los que, por su bajo riesgo
de mortalidad, hay que ir a por todas puesto que es más probable
que sobrevivan, pero en algunos casos, hacer más es
contraproducente, incluso puede acelerar la muerte. Hay casos en los
que tenemos que priorizar el confort”.

Se trata pues de un equilibrio entre
alargar la supervivencia del paciente y maximizar la calidad de vida,
pero a veces hay una delgada fina entre uno y otro y lo complicado es
determinar cual de las dos opciones es la mejor para el paciente,
puesto que hasta el momento no existía un criterio objetivo que
ayudara a los profesionales de urgencias a tomar esta decisión.

Datos objetivos para decidir

Para estimar la supervivencia del
paciente metastásico que llegaba a urgencias, habitualmente se
tomaban datos clínicos, como el estadio del tumor, la respuesta al
tratamiento o el nivel funcional del paciente según la escala ECOG,
la cual permite evaluar la calidad de vida de los pacientes
oncológicos, para, junto a la experiencia clínica, decidir cuál
era el mejor manejo.

Sin embargo, como indica Mirallas,
”ésta no es una herramienta objetiva ni cuantificable” a la hora
de valorar cuál será la evolución del paciente cuando ingrese en
planta”. Así, con el fin de cubrir esta carencia, impulsó, junto a otros 41 profesionales, un proyecto
para desarrollar un modelo predictivo que permitiera pronosticar la
mortalidad a 90 días de los pacientes con cáncer metastásico y
tratamiento sistémico para así proporcionar datos más precisos al equipo
médico de urgencias que pudieran serles de utilidad a la hora de tomar decisiones relativas a su manejo,

Y así es como nace Promise Score, una
aplicación web que, a partir de una serie de información clínica y
de laboratorio que se puede reunir de forma fácil y rápida en el
momento del ingreso en Urgencias, calcula, mediante un algoritmo, el
porcentaje de supervivencia del paciente a los 90 días para
identificar a aquellos que podrían beneficiarse de una intervención
invasiva.

Los datos de los que se nutre el
algoritmo para determinar el porcentaje de supervivencia son el nivel
de LDH, que se relaciona con la carga tumoral; los neutrófilos,
asociados a la inflamación, y la albúmina, que es una proteína que
indica el estado de nutrición, datos todos ellos que se obtienen
mediante una analítica de sangre, cuyos resultados se demoran apenas
una media hora.

Además, junto a esta información,
también se precisan dos variables clínicas, como son el estado
funcional del paciente, que se mide mediante la escala ECOG y la estimación de la
respuesta al tratamiento a partir de los dos últimos informes TAC.

Pero, como indica el doctor Mirallas,
“Promise Score es solo una herramienta que aporta información para
ayudar a los profesionales a tomar decisiones, pero en última
instancia es el médico y el paciente quienes deciden qué
intervención se va a llevar a cabo”.

Para el desarrollo de esta aplicación
se analizaron los datos de 1009 pacientes mayores de 18 años con un
tumor sólido avanzado o metastásico, que habían recibido
tratamiento oncológico al menos seis meses antes de la hospitalización y
que estuvieron ingresados en urgencias o planta un mínimo de 24
horas. Del total de pacientes, 749 estaban en Vall d’Hebron y los 260
restantes, que integraban el grupo de validación, se encontraban
hospitalizados en Sant Pau y el hospital del Mar. Y pese a que esta aplicación web está ya
disponible para los profesionales del ámbito oncológico a través
del link http://promise.vhio.net/, hay previsto un estudio prospectivo
internacional con más pacientes para validar Promise Score en otras
poblaciones y contextos.

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