Vilma Núñez: «Mis mejores charlas no las he dado en tacones»

Vilma Núñez: «Mis mejores charlas no las he dado en tacones»

No hay reto que se le resista ni oportunidad que malgaste. Vilma Núñez es una profesional inquieta, una líder, cuyo desarrollo se basa en el optimismo y en una seguridad cautivadora. Es una de las ponentes más destacadas de «Creator Business Program», proyecto de EAE Business School Madrid, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, y que guía a emprendedores en la rentabilidad del negocio digital. Tras más de una década como empresaria y dueña de una marca personal exitosa, Núñez publica «De invisible a invencible» (Deusto), obra donde comparte sus conocimientos y experiencias. Unas páginas de referencia incuestionable, y que va más allá de lo técnico: las emociones y el crecimiento personal son los motores para cualquier avance, y la labor de Núñez reside en motivar desde la buena acción, convencernos de que querer es poder.

¿Por qué es mejor ser invencible que invisible?

Porque eso significa que tienes fe y confianza en ti y en lo que haces. Cuando uno es invisible, tiene problemas de autoestima, inseguridades, a lo mejor no vive en su máximo potencial. Mucha gente cree que ser invencible conlleva ser arrogante, pero se trata de tener confianza para cumplir un sueño, y contagiar a otras personas. Vivir al máximo potencial es darte cuenta de que no se trata solo de ti, que quieres servir a los demás. No es un acto egoísta, sino generoso.

¿Cómo cultiva ese amor propio?

Llevo un diario donde apunto los logros, sean más pequeños o más grandes, y mis primeras veces. Eso te hace ser una persona más consciente de tu progreso. En los momentos de debilidad, que todos los tenemos, vuelvo a esas notas y me recuerda que voy avanzando, aunque no haya llegado al destino.

¿Qué opina del síndrome del impostor, cada vez más extendido sobre todo entre jóvenes?

Es un tema de compararse con alguien que quizá haya conseguido lo que tú quieres, que se siente superior a ti. A mí me inspira John C. Maxwell, y mi plan de autora se llama «The Maxwell plan». Yo no me comparo con él, porque me lleva 40 años. Pero sí con su versión de cuando comenzó a ser un autor. Hay que compararse de forma correcta y tener mucho cuidado con las redes sociales. Intento vencerme a mí misma todos los días, mi única competencia soy yo.

La frustración se combate actuando.

No somos monotalento, aunque la sociedad nos diga que tener múltiples habilidades es malo. Cuando te vuelves una persona auténtica, es decir, dejas de aparentar, es cuando tomas decisiones basadas en tus valores y creencias. Reconoces tus vulnerabilidades, pero también tus fortalezas. Mi mensaje, en este libro, es que hay que sacar la autenticidad del armario. Durante muchos años, yo me ponía caretas. Siempre me ha gustado la moda, pero cómoda, y no me atrevía a subirme con una zapatilla deportiva a una tarima. Hoy reconozco que mis mejores charlas no las he dado en tacones. Eso es ser auténtica.

¿La autenticidad y las redes sociales son compatibles?

Al cien por cien. Ahora se echa más en falta. La autenticidad significa mostrar el esfuerzo que hay detrás, y no necesariamente desde la victimización o la queja. Yo le llamo esfuerzo feliz. Hay estudios que dicen que las personas, a pesar de tener lealtad a una marca comercial más grande, prefieren comprar a una personal con la que comparten algo. Ahí está el poder. Pronto, una de las monedas de atención será la autenticidad.

¿Cuántas primeras veces ha vivido con este libro?

Perdí la cuenta. Confiaba en el proyecto porque ir de la mano del Grupo Planeta me hacía saber que iba a llegar lejos. La firma de libros de ayer no me la esperaba. Llevar 16 días en el número uno de Amazon, tampoco. La ilusión con la que mi comunidad, mis familias y amigos están viviendo esto… están siendo uno e los días más importantes de mi carrera profesional.

¿Cuál es su mayor reto actual?

Qué buena pregunta. Me siento que he aprendido a valorar todo lo que tengo. Mi próximo reto será el salto cuántico que viene después de este libro. Los seres humanos, en lo profesional y personal, pasamos por olas de tracción, y yo estoy entrando en una. A ver cómo me preparo para la próxima. Algo que aprendí hace muchos años es a no ser esclavas de las decisiones que tome. Hay que ver qué me depara el camino, y disfrutar mucho desde el agradecimiento.

Y sin perder de vista los diarios avances digitales.

Debo confesar que me asusté con la inteligencia artificial por el tema de ser autora. Pero no puedo ir en contra de una realidad, sino ver cómo me puede ayudar. Entonces intento que me ayude a provocar un pensamiento creativo que me lleve a escribir, pidiéndole que me haga preguntas.

Está en marcha una nueva edición del «Creator Business Program» de la EAE Madrid. Tras el éxito de la anterior, ¿en qué se van a superar?

En el modelo de marketing y publicidad, nos enfrentamos a pequeños cambios. Es más fácil culpar al algoritmo o a la subida de publicidad, pero hay que dejar de ser marcas egoístas y pensar en la recompensa del cliente. Pensar en el valor diferencial. La nueva edición va a venir más adaptada a un marketing, a ventas, a publicidad, a lo que está ocurriendo ahora. Un marketing más consciente, inclusivo y estratégico, no tan táctico. La estrategia correcta es actualizarnos.