Vivir gracias al diagnóstico precoz y la investigación

Vivir gracias al diagnóstico precoz y la investigación

Durante los últimos años el número de pacientes diagnosticadas de cáncer de mama ha ido en aumento gradualmente (la previsión es que este año se diagnostiquen 36.395 casos), mientras que las muertes se han ido estabilizando y, pese a aumentar, este incremento es menor al aumento de casos. La explicación radica en que ha aumentado la supervivencia por el avance en la detección precoz y a la mejora en los tratamientos.

Da buena prueba de ello lo que ha sucedido con el cáncer de mama metastásico. La supervivencia de estas pacientes a los cinco años del diagnóstico de la metástasis prácticamente se ha doblado en los últimos 20 años, pasando del 20% al 38% en los últimos 20 años, según datos del Instituto Catalán de Oncología. Ahora bien, aún todavía muy lejos del 85% de supervivencia que tienen las pacientes con cáncer de mama, según la Asociación Española Contra el Cáncer.

Y es que con extirpar el tumor no basta en muchos casos. «En nuestro país alrededor de un 30% de las pacientes diagnosticadas de un carcinoma de mama desarrollan metástasis a lo largo de su vida», recuerda la doctora Lucía González-Cortijo, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Es decir, que de los más de 36.000 casos que se diagnosticarán este año, casi 11.000 terminarán antes o después en un cáncer de mama metastásico.

Ahora bien pese a que a día de hoy esta enfermedad es incurable, también es cierto que «en los últimos diez años la adyuvancia con TDM1 en tumores HER2 positivos, la inmunoterapia en tumores triples negativos y los inhibidores de ciclinas en tumores hormonodependientes han reducido el porcentaje de mujeres que acaban desarrollando metástasis», incide la doctora.

Objetivo: cronicidad

A falta de un tratamiento 100% efectivo, las pacientes esperan que se logre en el futuro la cronificación de la enfermedad.

En la actualidad, y gracias a la investigación, «la mejoría en supervivencia y en calidad de vida de nuestras pacientes en estos diez años ha sido increíble».

En busca de esa cronificación, y con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las pacientes, «cada vez se individualizan más los tratamientos. A veces combinamos varias terapias y en otras ocasiones ofrecemos un solo tratamiento. Los oncólogos procuramos ajustarnos a cada paciente y sus circunstancias de vida, intentando que exista un equilibrio entre la actividad del tratamiento y su calidad de vida», afirma la doctora.

Y es que para lograr una precisión mayor en los pronósticos, se emplea una clasificación de las pacientes según el receptor de estrógenos, el de progesterona y el del factor de crecimiento epidérmico humano 2. Esta clasificación ayuda a pautar una medicación concreta en cada caso.

En todo caso, «lo que más ha incidido en reducir la incidencia del cáncer de mama metastásico ha sido realizar un diagnóstico precoz mediante las campañas de ‘‘screening’’», explica el doctor Jorge Contreras, jefe del Servicio Integral de Oncología del Hospital Quirónsalud Málaga.

«Pero en las pacientes que lo padecen con los nuevos tratamientos, fundamentalmente las terapias dirigidas, se ha mejorado mucho el resultado en cuanto a respuestas al tratamiento y supervivencia», recuerda el doctor Contreras.

De hecho, «hoy en día no se concibe el tratamiento del cáncer de mama metastásico con un solo fármaco. Generalmente se emplea una combinación de varios principios activos incluyendo inhibidores de las hormonas, que consiguen respuestas y control de la enfermedad a largo plazo», precisa Contreras.

En busca de esa cronificación, el diagnóstico temprano resulta crucial. Y cada vez toman más protagonismo nuevas vías para conseguir pronósticos más eficaces y rápidos como la biopsia líquida o nuevos métodos radiológicos para conseguir un mejor control local.

«La biopsia líquida –explica el doctor Contreras– es una técnica de evaluación de la enfermedad oncológica que se utiliza en muchas situaciones. En estos momentos se está empleando básicamente en estudios de evolución y seguimiento de la enfermedad, aunque en un futuro a corto plazo probablemente se incorporará al circuito asistencial del cáncer de mama y de otras patologías oncológicas».

«Es una técnica que usamos ocasionalmente en pacientes con cáncer de mama diseminado. Aún no se usa de forma generalizada, ya que nos gusta más obtener una muestra del tumor mediante biopsia, pero hay veces que esto no es posible», explica la doctora González-Cortijo.

Como explica esta especialista, «lo que permite la biopsia líquida es analizar una muestra de sangre en la que hay células del tumor donde se estudian determinados marcadores que nos pueden dar información para ofrecer un tratamiento más dirigido a nuestras pacientes. Por eso probablemente será una técnica que utilizaremos con más frecuencia en el futuro».

¿Dónde se suele extender la metástasis?

El cáncer de mama metastásico, también llamado en estadio IV o cáncer avanzado, es aquel tumor de mama que se ha extendido a otras partes del cuerpo en forma de metástasis.

Las localizaciones más frecuentes de las metástasis en cáncer de mama son: huesos, pulmones, hígado y cerebro. Hay una gran variedad de tratamientos disponibles. Y este será durante toda la vida de la paciente. Por eso, como inciden en la Asociación Española del Cáncer de Mama Metastásico, «se requerirá de un seguimiento multidisciplinar, así como apoyo psicológico y social».

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