Era una posibilidad que estaba encima de la mesa: la Radial 5 (R5), autopista de peaje que parte de la M-40, a la altura de Carabanchel, y finaliza en Navalcarnero, donde enlaza con la A5, multiplicará exponencialmente su tráfico en los próximos meses. El motivo, las obras del soterramiento en la autovía, a su paso por el Paseo de Extremadura, cuyas afecciones al tráfico comenzarán a incrementarse a finales de este año. Frente a eso, el Ayuntamiento de Madrid apuesta por la gratuidad de la radial como una de las medidas para reducir las molestias de los usuarios. Ahora bien, la concesionaria es estatal. Concretamente la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT), perteneciente al Ministerio de Transporte.
Tras reunirse con el alcalde de Móstoles, Manuel Bautista, que es uno de los municipios afectados por las obras, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido al Gobierno central la gratuidad de la R5 por lo menos en hora punta y los días laborables. “Pediremos que sea gratuita para todas aquellas personas que se tengan que desplazar, no solo desde Móstoles, sino desde otros municipios del sur de Madrid”, afirmó el alcalde en un evento celebrado en el COAM.
En su opinión, se trata de una petición “lógica y razonable” y que “facilitaría muy considerablemente” la circulación en la ciudad y en otras vías que pueden verse sobrecargadas como la A-42, la M-503 o la propia M-40.
La lista de peticiones del Consistorio al Ejecutivo de Pedro Sánchez se completa con las mejoras en la línea C-5 de Cercanías, “no solo un refuerzo, sino que no se produzcan retrasos, incidentes ni averías”.
La reunión entre Almeida y su homólogo Manuel Bautista, según informan desde Cibeles, se llevó a cabo en un tono cordial. El objetivo del encuentro ha sido analizar la situación relativa al inminente inicio de las obras de soterramiento de la A-5.
Durante la reunión, añaden, Almeida ha expuesto el Plan de Movilidad acordado entre el Ayuntamiento y el Consorcio de Transportes para facilitar los desplazamientos mientras duren las diferentes afecciones por las obras. Así, se va a hacer “una apuesta decidida por mejorar la alternativa del transporte público”. Por otro lado, recuerdan que la obra, una vez finalizada, reducirá “en un 90 % los vehículos en superficie y las emisiones contaminantes”. Además, se monitorizará en tiempo real el flujo del tráfico durante las obras con el fin de adoptar las mejores soluciones en cada momento y realizar los ajustes necesarios en los desvíos.
Ambos alcaldes han dispuesto seguir, tanto ellos como sus equipos, en permanente contacto y actualización sobre los avances de los trabajos, para poder hacer frente a cualquier circunstancia que pueda surgir durante el transcurso de los mismos.
