Madrileño de nacimiento, alicantino de corazón. Así se autodefine Mariano Maestro (Madrid, 1946), un artista que es un exponente del llamado geometrismo de la Comunidad Valenciana o, dicho en otras palabras, un explorador de las formas y los relieves. Su obra se puede disfrutar por primera vez en Alicante en una exposición retrospectiva titulada «Mariano Maestro. Estrcuturas criptomórficas».
Organizada de manera conjunta por el Ayuntamiento de Alicante y el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) sus pinturas, relieves y esculturas se exhiben en la Lonja del Pescado hasta el 24 de noviembre. El propio artista reconoció públicamente en la inauguración de la exposición que para él «es un orgullo poder hacer mi primera exposición en mi ciudad, Alicante, ya que me siento alicantino».
Recordó también que su vida está ligada a la ciudad de Alicante, donde vivió su juventud e inició su carrera artística en la Escuela de Artes y Oficios. La exposición recoge su obra desde la década de los 70 hasta sus últimos trabajos, algunos de ellos inéditos hasta ahora.
«Estructuras Criptomórficas», comisariada por el historiador de arte Sebastián Gómez, y reúne obras del estilo denominado abstracción geométrica. Y es precisamente esa inclinación del artista por esta forma de hacer la que ha provocado, a su vez, que explore las posibilidades de la madera como soporte. De esta forma muchas de sus creaciones se sirven de ese material.
El mundo de la industria
La muestra ofrece una revisión de su obra, desde la precisión de sus primeras piezas, de claras reminiscencias al mundo de la máquina y la industria, y en las que el boceto y los estudios previos determinaban el resultado final; hasta las más recientes en las que el rigor se relaja progresivamente y da lugar a composiciones más libres y en las que, incluso, el juego aleatorio tiene un papel determinante.
Pese a estas diferencias cronológicas existe un elemento común que habla de la inquietud del artista por la composición, de su voluntad de estructurar la forma, de su pulsión por crear un universo personal de estructuras crípticas.
La exposición ya se pudo ver en la Fundación Chirivella Soriano de Valencia en julio de 2023, ha llegado a Alicante con nuevas obras de reciente factura y nunca expuestas.
Entre ellas cinco esculturas que muestran su evolución hacia líneas depuradas que juegan con las curvas buscando la armonía. Una revisión de su primera etapa constructivista, menos racional y más lúdica.
