Advertencia de Boticaria García: esto es lo que nunca debería contener el tomate triturado

Advertencia de Boticaria García: esto es lo que nunca debería contener el tomate triturado

La doctora en Farmacia y experta en nutrición Marián García,
más conocida en las redes sociales como Boticaria García, se ha convertido
en una de las nutricionistas más populares de nuestro país. Hace unos días,
publicó un vídeo en su cuenta de Instagram (@boticariagarcia) cuáles son los
indicadores en los que debemos fijarnos a la hora de elegir un tomate triturado
de calidad.

Cómo elegir el mejor tomate triturado

La recomendación de la experta comienza por girar el bote o
el brick de tomate triturado y consultar la tabla de ingredientes. En primer
lugar, debemos fijarnos en el azúcar. Tal y como explica la nutricionista, un
tomate natural tiene en torno a un 3% de azúcar. Así que, si el bote de tomate
triturado fuera realmente eso… es decir, tomate que ha sido triturado,
entonces, la cantidad de azúcar final debería rondar igualmente el 3%.

En segundo lugar, el vídeo de Boticaria García indica que
debemos fijarnos en la cantidad de sal. En este sentido, la nutricionista que
un poco es razonable, pero que -sin embargo- nuestro criterio debe ser “cuánto
menos, mejor”. Y la proporción de sal nunca debería superar el 1%.

O sea, que si el bote de tomate triturado fuese de calidad,
debería ser -en su gran mayoría- tomate. Así, cuando miremos el etiquetado, el
tomate debería ocupar en torno al 99% para que fuese perfectamente saludable.
Ese 1% restante podría corresponderse con ese toque de sal que suelen añadir,
para dar un poco de sabor y para ayudar a la conservación del producto y,
seguramente también incluya un regulador de la acidez.

¿Mejor natural o cocinado?

Independientemente de cómo lo consumamos, ya sea crudo o
cocido, el tomate ofrece numerosos beneficios para la salud debido a su rica
composición de nutrientes y compuestos bioactivos. Entre sus ventajas,
destacamos que el tomate favorece la salud cardiovascular, tiene propiedades
antiinflamatorias, fortalece el sistema inmunológico, mejora la salud digestiva
y de la piel, es alto en fibra y beneficioso para la salud ocular. Además, el
tomate contiene cromo, un mineral que ayuda a regular los niveles de azúcar en
la sangre, lo que es beneficioso para personas con diabetes o en riesgo de
desarrollarla. Sin embargo, hay un efecto positivo del tomate que se potencia
al cocinarlo:

El tomate natural contiene licopeno, que es un potente
antioxidante que neutraliza los radicales libres en el cuerpo, reduciendo el
riesgo de desarrollar algunas enfermedades, como ciertos tipos de cáncer, entre
los que se incluye el de pulmón o el de próstata. Por otro lado, el consumo de
licopeno también ha demostrado reducir notablemente el riesgo de sufrir
enfermedad cardiovascular.

Al cocinarse el tomate, el calor descompone las membranas
celulares liberando licopeno, que el cuerpo puede absorber de manera más
eficiente. De hecho, el cuerpo puede absorber tres veces más licopeno de los
tomates cocidos que de los crudos. Adicionalmente, si se cocinan los tomates
con aceite de oliva, el cuerpo puede absorber aún más licopeno. Esto se debe a
que el aceite de oliva facilita la absorción de este compuesto.