Alertan de casos de diabetes tipo 2 asociada a obesidad en edades cada vez más tempranas

Alertan de casos de diabetes tipo 2 asociada a obesidad en edades cada vez más tempranas

La diabetes tipo 2 asociada a la «pandemia» de obesidad provoca la aparición de casos en edades cada vez más tempranas, según advierte el presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), Francisco Javier Ampudia-Blasco, quien defiende la necesidad de reactivar los programas de prevención para evitar que pacientes en riesgo desarrollen esta dolencia.

«Si antes diagnosticábamos a un paciente con diabetes tipo 2 a los 50, 55 o 60 años, ahora estamos viendo gente con más de 30 e incluso adolescentes, por los grados tan importantes de obesidad que tenemos en nuestro país», asegura en una entrevista el también jefe de sección de Endocrinología y Diabetes del Hospital Clínico de València.

El 40 % de los afectados lo desconocen

Según explica, el estudio Diabet demostró que aproximadamente un 14 por ciento de la población mayor de 18 años en España tiene diabetes, y de ese porcentaje casi la mitad desconocía estar afectado por una dolencia que, en más del 90 por ciento de los casos, es de tipo 2 (resistencia a la insulina).

La diabetes constituye un «problema de salud» muy importante en todos los países industrializados de nuestro entorno y particularmente en España, señala Ampudia-Blasco, que añade que por lo frecuente que es y por lo que se ha normalizado esta dolencia, cree que «las autoridades sanitarias miran para otro lado».

Sobre todo, la diabetes tipo 2 supone un «problema de magnitud nacional y tiene un gran impacto en los presupuestos sanitarios», señala el también profesor de la Facultad de Medicina de la Universitat de València, para quien el «mejor tratamiento de la diabetes es prevenir que aparezca, intentando mejorar los factores de progresión en los pacientes de riesgo».

Se considera a la diabetes el «asesino invisible» por las complicaciones que puede conllevar. Así, el 85 por ciento de pacientes diabéticos «muere por enfermedades cardiovasculares que en gran parte pueden ser prevenibles y que provocan una importante morbilidad a los pacientes y, por lo tanto, un gasto sanitario increíble».

A su juicio, la prevención de la diabetes es «sin lugar a dudas mejorable» y explica que antes de la pandemia de covid-19 había campañas muy activas por parte de los médicos de Atención Primaria que se han «perdido un poco», y hay marcadores clínicos que pueden identificar a los pacientes de riesgo.

También considera que la población «no está concienciada. Muchas personas piensan que la diabetes la tienen solo los pacientes que se pinchan insulina y que lo otro no es diabetes, cuando es igual de grave. La gente tiende a minimizar los problemas asociados a la diabetes por puro desconocimiento y, por ello, hace falta una campaña de concienciación».

«Esto no se está haciendo bien y hay que mejorar, porque a la larga repercute en una sobrecarga importante en los gastos del sistema de salud», asevera Ampudia-Blasco, quien considera la diabetes una «pandemia» por ser una enfermedad muy prevalente en todo el mundo y que se prevé crezca en paralelo al aumento de la obesidad.

Subraya que tratar la obesidad «previene muchos eventos graves como un infarto de miocardio o un accidente cerebral», y si la población aumentara su actividad física y llevara una buena alimentación «se podrían prevenir muchísimos casos de diabetes».

A su juicio, desde las instituciones «se han hecho cosas en su momento, como intentar limitar el consumo de refrescos, pero el impacto real de este tipo de medidas en la sociedad creo que es pequeño». Aboga por que se trabaje en colegios y familias «sobre lo que debe ser una buena alimentación y fomentar hábitos de vida saludable».

Esto, agrega, es algo que se tiene muy presente en los países del norte de Europa, pero en España hay áreas donde el problema de la obesidad es «muy real» como Murcia, Canarias, Andalucía, Extremadura o la Comunitat Valenciana, frente a autonomías como el País Vasco o Cantabria. «Cuanto más al sur, hay mayor predominio de la obesidad».

Faltan especialistas en Endocrinología

Reconoce que faltan médicos en todas las especialidades, no solo en la de Endocrinología y Nutrición, pero considera «curioso» que a pesar de ser un número «relativamente minoritario», tengan un papel «muy importante en el tratamiento de enfermedades tremendamente prevalentes».

«Realmente somos muy pocos especialistas, en general somos muy deficitarios. En estos momentos no hay ningún compañero en paro, acabas la especialidad y tienes trabajo inmediatamente», destaca para añadir que las necesidades son de tres especialistas por cada 100.000 habitantes o dos por cada 300 camas hospitalarias.

Según explica, en Valencia hay departamentos de salud «claramente deficitarios» como Gandia o Requena y señala que le consta que en algunas áreas sanitarias hacen funciones de Endocrinología médicos que son internistas porque no hay suficientes endocrinólogos para cubrir todas las plazas.

También señala que en Atención Primaria, donde tienen que atender a un gran volumen de pacientes, «cuando los problemas se complican, no tienen capacidad para resolverlos adecuadamente y al final, lógicamente, son derivados al hospital. Es algo que pasa en todas las especialidades médicas».

Para mejorar esta situación, explica, están trabajando en el departamento de salud del Clínico-Malvarrosa a través de las llamadas ‘rutas asistenciales’ para trabajar de forma colaborativa y agilizar la atención «de un paciente que no es de nadie, es de todos, es el centro de la atención sanitaria».

Investigación y tratamientos

«El mejor tratamiento para la diabetes es prevenir que no aparezca», afirma Ampudia-Blasco, quien explica que se ha «avanzado bastante» tanto en investigación con en tratamientos para abordar esta enfermedad y, gracias a ello, hay nuevos medicamentos para tratar la diabetes.

Así, a finales de 2022 se aprobó en Estados Unidos el uso de un fármaco (teplizumab) para prevenir la progresión de la diabetes tipo 1, al menos durante un periodo de dos años en un estudio, y está siendo evaluado por la Agencia Europea del Medicamento.

«Es la primera vez que se aprueba un fármaco que puede prevenir la progresión de la diabetes tipo 1 en un paciente de riesgo porque es un familiar de primer grado de alguien que la tiene», subraya.

Añade que en diabetes tipo 2 hay en estos momentos dos formas terapéuticas de Semaglutida, un agonista del receptor de GLP-1 indicado en pacientes con obesidad: el Ozempic, agotado en farmacias porque se ha utilizado de «forma inadecuada» para tratar la obesidad en individuos sin diabetes y que es inyectable una vez a la semana; y Rybelsus, en forma oral y administración diaria.

Además, el pasado 1 de mayo se comercializó Wegovy, también inyectable semanal para uso en obesidad y no financiado por el Sistema Nacional de Salud.

Objetivos al frente de la SED

Entre sus objetivos al frente de la Sociedad Española de Diabetes, Francisco Javier Ampudia-Blasco destaca conseguir una mayor internacionalización de sus actividades, abriendo puentes de colaboración con otras entidades extranjeras afines, así como impulsar la comunicación de los asuntos relacionados con la diabetes a la sociedad, y favorecer la colaboración con las asociaciones de pacientes.

También buscan mejorar la relación con otras sociedades científicas que se ocupan también de la diabetes, entre otras enfermedades, especialmente con Atención Primaria para contribuir de forma conjunta a formar mejor a los especialista de ese escalón sanitario, «que al final son los que más pacientes ven con diabetes, ya que la forma más prevalente es la tipo 2».

Asimismo, quieren estrechar más lazos de colaboración con otras especialidades implicadas en el tratamiento de la diabetes con complicaciones graves como cardiología, nefrología o neurología.

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