La princesa Teodora de Grecia y el abogado estadounidense Matthe Kuman se casarán este sábado, a las 17.30 h., en la catedral de Atenas. Todos los detalles que se van conociendo hacen pensar que será esa boda de ensueño que siempre imaginó. Anoche tuvieron su mejor preludio con la gran fiesta que organizó para sus invitados la madre de la novia, Ana María de Grecia, en el Museo Bizantino y Cristiano de Atenas.
Esta elegante mansión, construida entre 1840 y 1848 por Stamatis Kléanthis para la Duquesa de Plaisance, una controvertida mujer cuya excéntrica vida dio lugar a un personaje de leyenda, fue el escenario perfecto para una recepción distinguida. Los primeros en llegar a la calle Vasilissis Sofías de Atenas fueron los novios, Teodora y Matthew. La hija del último rey de los helenos escogió para la ocasión un glamouroso vestido blanco de corte midi con un gran lazo en la espalda. El conjunto, que se completaba con uno zapatos a juego y su cabello peinado hacia atrás, fue el primer look nupcial de esta esta princesa nacida hace 41 años en Gran Bretaña. El futuro esposo vistió un traje clásico de tono oscuro.
Una de las llegadas más esperadas fue la de la Reina Sofía, hermana de Constantino de Grecia, fallecido el 10 de enero de 2023. Apareció muy sonriente vestida con un elegante conjunto de dos piezas en gris perla de Alejandro de Miguel y acompañada de las Infantas Elena y Cristina, sus nietos Miguel e Irene Urdangarin y su hermana Irene. Esta última llegó en silla de ruedas, una imagen que se ha hecho habitual debido a sus problemas de movilidad.
Quien lució especialmente radiante en esta velada fue la hija menor de la Infanta Cristina, Irene Urdangarin, que escogió un vestido de escote halter muy favorecedor que acaparó la atención de la prensa griega. Un moño permitía apreciar unos llamativos pendientes. La Infanta Elena, una de las mujeres que mejor pasea la moda española por el mundo, se decantó por un elegante mantón de Manila. Su hermana Cristina vistió una blusa oversize con brillos y una falda larga con fajín azul aguamarina, un tono similar al diseño de su tía Irene.
A la fiesta asistieron amigos y familiares, incluidos la madre de la novia, Ana María de Grecia, deslumbrante con su atuendo morado y crema, y el resto de sus hijos. El príncipe heredero Pablo llegó con su esposa, Marie Chantal, y sus cinco hijos. Destacó la imagen de su primogénita, la princesa María Olympia, que se ha convertido en uno de los rostros más emblemáticos de la alta sociedad. Con un vestido plateado dejó patente su buen gusto, herencia de su madre.
La velada puso fin a una ajetreada jornada de preparativos para los novios que, junto a la reina Ana María y dos de las damas de honor de la boda, Arietta y Olympia, habían asistido por la mañana al último ensayo de la ceremonia nupcial. Teodora lució en esta ocasión un alegre vestido de lino muy a tono con el ramo de flores que llevaba en las manos.
