¿Ayudan las apps de salud a adelgazar? Esto es lo que dice la OCU

¿Ayudan las apps de salud a adelgazar? Esto es lo que dice la OCU

El sobrepeso y la obesidad son problemas de salud cada vez
más comunes en la sociedad actual. Desde 1975, su incidencia se ha triplicado
en todo en el mundo y en España, actualmente, el [[LINK:TAG|||tag|||63361a3d87d98e3342b27484|||sobrepeso]] afecta a un 44,3%
de los hombres y al 30,4% de las mujeres. La [[LINK:TAG|||tag|||633612f75c059a26e23f76a6|||obesidad]], al 19,3% y al 18%
respectivamente. Son factores de riesgo que tienen una incidencia relevante
en enfermedades como el cáncer o las cardiovasculares, entre otras.

En este contexto, las apps de salud son una opción
para muchos usuarios que las utilizan para realizar un seguimiento de su
actividad física, así como monitorear su dieta y diversos aspectos de su salud.
Se utilizan principalmente a través de wereables como pulseras y relojes
inteligentes, que cuentan con sensores para medir diferentes variables de
nuestro cuerpo de los que un smartphone carece. Las empresas tecnológicas han
hecho de apps como Fitbit, Apple Health o Google Fit herramientas que se
presentan como imprescindibles para mantener una buena salud y una buena forma
física y, por supuesto, perder peso. Pero ¿son realmente efectivas para este
último fin?

La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, se
ha planteado esta cuestión y para responderla se apoya en la revisión Cochrane de un total de 18 estudios sobre el efecto de las apps de salud en
la modificación de conducta de personas con sobrepeso y obesidad. La Biblioteca
Cochrane es una colección de bases de datos que contienen diferentes tipos
de evidencia independiente de alta calidad para informar la toma de decisiones
sobre salud. Los estudios se han recopilado de CENTRAL, MEDLINE, PsycINFO,
CINAHL y LILACS, así como de los registros de ensayos ClinicalTrials.gov y la
Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización
Mundial de la Salud.

Entre todos suman los resultados obtenidos a partir de 2.703
participantes con un Índice de Masa Corporal, IMC, de entre 27 y 50.
A partir de 25 se considera que una persona tiene sobrepeso y de 30, obesidad.

Cuando se comparó la influencia de una aplicación móvil
frente a una intervención mínima o nula por otras vías, las diferencias que se
encontraron fueron pequeñas, lo que apunta a que las apps podrían no tener
un efecto importante en la vida cotidiana. Tampoco se encontraron
diferencias entre el uso de unas apps y otras. Y a la hora de comparar
la influencia de una aplicación con el asesoramiento personalizado para perder
peso, se observó que las aplicaciones apenas producían diferencias en el
IMC.

La conclusión es que la diferencia entre usar y no usar una
app de salud para adelgazar es pequeña. La OCU recuerda que la mejor
forma de perder peso es bajo un enfoque multidisciplinar, con la
intervención de un médico, un dietista-nutricionista, un psicólogo y un
preparador físico.