Belorado, el pueblo donde es más fácil encontrar trabajo que una vivienda

Belorado, el pueblo donde es más fácil encontrar trabajo que una vivienda

Belorado, que en los últimos meses ha captado la atención de todo el país por el cisma de sus monjas más famosas, es una pequeña localidad de apenas 1.800 habitantes que en cinco años ha logrado atraer a 55 familias a su localidad y llega a tener lista de espera para poder acceder a una vivienda.

El concejal de Repoblación e Integración, José María García, reconoce que la falta de vivienda lastra la repoblación de la España Vaciada, pues en Belorado tienen gente “más que de sobra” interesada en vivir en el pueblo, pero no encuentran dónde hacerlo, una situación que se replica en prácticamente todo el medio rural.

En concreto, el problema es la desconfianza y el miedo de los propietarios, que no se animan a alquilar viviendas vacías -que las hay, insiste García-, pese a que la experiencia municipal evidencia que los inquilinos no generan problemas.

De ahí que el concejal de Repoblación e Integración asegure que en Belorado “es más fácil encontrar trabajo que encontrar vivienda”, y eso que el trabajo tampoco escasea en el medio rural, pues quien viene con ganas de trabajar encuentra acomodo, en empresas, servicios u hostelería.

Belorado es una miniciudad, presume García, y esa es una de las claves del éxito del proyecto de repoblación que, hace cinco años, puso en marcha el Ayuntamiento, cuando la agrupación local Vecinos por Belorado llegó al equipo de Gobierno.

Desde 2019, este municipio al pie del Camino de Santiago parece que ha dado con la tecla para frenar la despoblación, pues llevan dos años sumando vecinos y, si todo va según lo previsto, este 2024 superarán los 1.800 empadronados.

“Es un dato importante porque hace mucho tiempo -desde 2018- que no se alcanzaba ese número”, ha recordado García, al tiempo que ha destacado que han sido capaces de encadenar doce meses sin pérdida de vecinos, algo complicado cuando se tiene una población muy envejecida.

Las cifras respaldan las afirmaciones del edil, pues lo datos del padrón de 2023, que aporta el INE, hablan de 1.798 vecinos en 2023 y de 1.787 en 2022, un frenazo a la pérdida de población de varias décadas (1.846 empadronados en 2018; 1.781 en 2019; 1.780 en 2020; o 1.754 en 2021).

Sin viviendas para alquilar

Belorado empezó a trabajar con el Proyecto Arraigo, pero luego se unieron también a Hola Pueblo y Vente a vivir a un pueblo, y además colaboran con otras entidades profesionales, empresas o asociaciones en la búsqueda de gente para repoblar el medio rural, vivienda y trabajo.

En estos cinco años han sido capaces de traer 74 familias a Belorado, de las que se han quedado 55. En otras palabras, el municipio ha crecido en 132 personas, con 51 niños más, aunque ellos no ponen requisitos, aceptan por igual a familias con hijos, que a personas solas o jubilados.

García explica que muchos vienen con ganas de emprender y han reabierto negocios que se habían cerrado por falta de relevo, y que llegan tanto extranjeros como españoles, de modo que en Belorado conviven 31 nacionalidades distintas.

El concejal ha asegurado que trabajan también para la integración de todos los nuevos pobladores, que a veces es complicada, y ha recordado que el Ayuntamiento solo hace de intermediario entre las familias y los propietarios de viviendas o de negocios, sin ayudas excepcionales.

El Kais reabre gracias a Daniela y Javier

Precisamente, la Daniela y Javier es una de las historias con nombre y apellidos que se esconden tras el aluvión de datos que maneja el concejal beliforano, la de un matrimonio joven de emprendedores que se han trasladado desde Barcelona con sus dos niños.

Javier González explica que la idea fue de su mujer, Daniela Bascuñán, de origen chileno, que les apuntó sin decírselo al programa ‘Hola Pueblo’, emocionada al ver los pueblos que salían en el programa ‘Volando voy’ de Jesús Calleja.

Pero este leonés afincado en Cataluña está encantado con la iniciativa, sobre todo después de ver lo bien que se han adaptado los niños: “Estos tres meses, Gabriel ha estado más tiempo en la calle que en los siete años anteriores en Barcelona”, asegura al hablar del mayor de sus hijos. La pequeña, Valentina de 3 años, no ha acusado el cambio.

A Gabriel sí le costó dejar Barcelona, pero ahora no cambiaría por nada Belorado, pues ya tiene su grupo de amigos; tampoco lo cambian sus padres, que escogieron el municipio burgalés por sus servicios (colegio, instituto, guardería, centro de salud, piscinas…).

También por las oportunidades laborales, y es que Javier y Daniela han seguido emprendiendo y, de sus manos, se ha reabierto el Café Bar Kais, aunque ha sido más costoso de lo deseado, por trámites burocráticos y porque en los pueblos el ritmo es diferente, comenta Javier.

La pareja lleva en Belorado desde el 15 de mayo. Les costó encontrar vivienda, fue lo más difícil, pues tuvieron una apalabrada y en el último momento, cuando ya no tenían el piso de Barcelona, se quedaron sin ella.

Ahora viven en una casa, nada que ver con su piso en la Ciudad Condal, y están disfrutando de su nuevo proyecto: “Yo no creo en la suerte. Creo en las ganas de trabajar”, insiste Javier, y de esas no faltan. Escuchan, atienden y apuestan por el pueblo.

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