Varias empresas marroquíes de transporte por carretera han sido testigos recientemente de una serie de problemas legales con las autoridades españolas; se debe a que sus conductores firmaron atractivos contratos de trabajo y dejaron los vehículos abandonados en diferentes regiones de España.
Según diversas fuentes del país vecino, estos conductores dejaron sus camiones, propiedad de empresas marroquíes, después de que, desde el el pasado mes de marzo, se activara la decisión de permitir a los conductores marroquíes trabajar en nuestro país y obtuvieran contratos de trabajo con empresas nacionales a cambio de salarios muy superiores a los que cobraban.
Al parecer, según informaron las mismas fuentes, las autoridades españolas competentes se negaron a entregar los camiones abandonados a las empresas marroquíes propietarias de ellos, salvo en presencia de los conductores que los condujeron hasta la península. Todo ello, ha generado pérdidas económicas y problemas legales.
