Conseguir una fecha para casarse se ha convertido en una tarea casi imposible en ciertos templos. Si no que se lo digan a las decenas de personas que hicieron noche el pasado domingo a las puertas de la parroquia de la Magdalena de Sevilla, una de las iglesias barrocas más populares del centro de la capital hispalense.
Numerosas parejas se apostaron junto al templo para conseguir la fecha soñada, puesto que el lunes se abría el libro de bodas. Muchos llevaron sillas de playa y otros teletrabajaron a la intemperie. Cualquier acomodo era bienvenido para pasar la noche y estar a primera hora en la sacristía del templo para escoger la fecha deseada.
La parroquia de la Magdalena es una de las iglesias históricas de la ciudad. El templo debió erigirse sobre una vieja mezquita. En tiempos del rey Pedro I, a consecuencia del fuerte terremoto de 1355, se reconstruyó siguiendo el estilo gótico-mudéjar similar al de otras iglesias de la ciudad de Sevilla.
En 1692, Leonardo de Figueroa comenzó la construcción del templo actual que se consagró el 22 de octubre de 1724, creando uno de los templos barrocos más impresionantes de la ciudad, con una conseguida policromía, la exuberancia de las yeserías y con el uso del ladrillo y el azulejo.
