Crisis en la coalición: Sumar reclama al PSOE lealtad

Crisis en la coalición: Sumar reclama al PSOE lealtad

La convivencia en el seno de la coalición de Gobierno ha llegado a un punto de difícil retorno y el ambiente entre los dos socios comienza a ser irrespirable. Si bien la durabilidad de la legislatura no corre peligro si las elecciones en Cataluña no cambian el tablero, –si Junts retira su apoyo en Madrid si no gobierna en la Generalitat– la relación de PSOE y Sumar en el Gobierno muestra signos de agotamiento y sobre todo de perdida de la cohesión. Hasta el punto de que ninguno de los dos socios da marcha atrás en su política de diferenciación y no evitan hacerse daño en público. El PSOE no ve pérdida en esta confrontación, sino rédito, y en Sumar, sin embargo, ya achacan al PSOE su intento de «achicar el espacio de Yolanda», en palabras de un dirigente consultado por este periódico.

Ayer, el día de la resaca del choque entre ambos a cuenta de la carta del ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy a empresas españolas con intereses en Israel, fue la confirmación de la crisis que se ha instalado en Moncloa. Ninguna de las dos partes salió a rebajar la tensión, y cada partido se ratificó en sus posiciones. Una crisis en la que en Sumar ya se comienza a avisar de la falta de lealtad por parte del ala socialista con los ministros de Sumar.

El enfado de Sumar –en medio de las elecciones catalanas y muy cerca de las europeas– fue certero. Nadie del gabinete socialista salió a defender al ministro de Derechos Sociales después de que Israel le censurara por «dar alas» a Hamás, después de que éste tildara a Tel Aviv de «genocida». El portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, exigió a los socialistas un «cierre de filas» con Bustinduy tras el «ataque» de la embajada israelí. Instó al ala socialista a «defender sin ambages» al ministro de Sumar. «Pedimos al Gobierno que le defienda», insistió el portavoz de Yolanda Díaz.

Algo que contrarresta con la actitud del Gobierno hace tan solo siete meses, cuando el ministerio de Exteriores sí defendió a la entonces ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, después de que Israel la acusara de «alinearse con el terrorismo tipo ISIS».

En la formación magenta reprochan a los socialistas por su falta de lealtad con sus ministros, algo que observan, se ha incrementado en las últimas semanas. Al choque entre PSOE y Sumar por la carta del ministro Pablo Bustinduy, se suma la soledad con la que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, defendió la eliminación del premio nacional de Tauromaquia la pasada semana.

La formación de Díaz lamenta que una parte del PSOE salió a atacar al ministro Urtasun y no encontró por parte de los ministros socialistas defensa ninguna. No solo defensa a los ministros socialistas, sino a la coalición de Gobierno en su conjunto. Algo que, aseguran fuentes del grupo parlamentario, contrasta con la fidelidad que ellos mantienen. Y es que esta misma semana, tras las polémicas declaraciones del ministro de Transportes sobre el presidente de Argentina, ningún miembro de Sumar desautorizó sus palabras. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, eso sí, ha dado cuenta en varias entrevistas sobre su distancia con la política comunicativa de Óscar Puente.En Moncloa volvieron a recordar ayer al ministro Bustinduy que no tenía las competencias para hacer ese llamamiento a las empresas españolas con intereses en Israel.En Sumar cunde la sensación de que los socialistas buscan copar su espacio y es por eso que esta semana han tratado de poner remedio a esta estrategia, después de plegarse al presidente del Gobierno en sus cinco días de reflexión, movimiento que apoyó sin fisuras, llamando incluso a la ciudadanía a las calles. Todo ello, conscientes de la necesidad de que el Ejecutivo de coalición se mantuviese en pie.

Esta semana, sin embargo, Sumar ha reorientado su estrategia y ha buscado un tono duro contra su socio en Moncloa. El pulso sobre el reconocimiento de Palestina como Estado por parte del Consejo de Ministros, ha sido uno de los últimos ejemplos. La bandera palestina agitada por Sumar en pleno ciclo electoral no tuvo, sin embargo, los réditos esperados. Todavía no se ha reconocido oficialmente al estado palestino, a pesar de que este gesto se producirá de inmediato. Esto en una semana en la que la vicepresidenta contaba con el viento a favor después de darse a conocer los últimos datos del paro, con más de 21 millones de afilados en abril, o después de firmar con sindicatos la reforma del subsidio por desempleo.

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